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Wassily Kandinsky

«El color es el teclado, los ojos son el martillo, el alma son las cuerdas. El artista es la mano que toca, pulsando una u otra tecla, provocando vibraciones en el alma.«

Wassily Kandinsky

Pocos artistas -quizás ninguno- jugaron un papel tan determinante como Wassily Kandinsky (1866-1944) en el desarrollo del arte abstracto, la mayor revolución vivida por el arte occidental desde el Renacimiento.

Imagen: Wassily Kandinsky en 1913

En un periodo de tres años, en los albores de la Primera Guerra Mundial, Kandinsky culminó una evolución artística personal que había comenzado 20 años antes cuando, impresionado por la pintura de Monet, comenzó a experimentar con la fuerza de la pintura pura y la capacidad del color para expresar sentimientos. En 1945, menos de un año después de la muerte del artista, el Museo Guggenheim de Nueva York, en un texto editado por su entonces directora Hilla von Rebay, situaba ya a Kandinsky en un lugar de privilegio dentro de la historia del arte: “La resurrección espiritual a través del arte responde en general a los más altos ideales humanos. Abierto a la influencia de la armonía y el equilibrio se opone ya a la representación muerta congelada en su pretensión de realidad, en adelante sin secretos (…)  Por todo ello y por mucho más, las generaciones futuras estarán más agradecidas que nosotros a este gran maestro. Ya nos sentimos en deuda con él, que fue capaz de elevarse por encima de la naturaleza humana, de sondear con pasión, confianza y coraje las misteriosas ondas del alma: Wassily Kandinsky.”

Kandinsky nació en Moscú en 1866, en el seno de una familia de clase alta. Durante su juventud recibió clases de piano y comenzó a estudiar Derecho y Economía. Pero en 1895, asistió en Moscú a una exposición de obras de Monet y decidió dedicarse a la pintura, impresionado por los colores y la fuerza de las obras del maestro francés. En palabras del propio Kandinsky:

Hasta entonces no había conocido más que el arte realista, de hecho sólo los rusos (…) Y de repente, por primera vez vi un cuadro. El catálogo me decía que era un “pajar” de Claude Monet; pero yo no podía distinguirlo con la mirada (…) Tuve la extraña sensación de que el sujeto del cuadro estaba ausente (…) Sin embargo, lo que me quedó claro es que la paleta tenía una fuerza que nunca había sospechado, mucho más allá de lo que había soñado.

Wassily Kandinsky

Wassily Kandinsky: “Der Blaue Reiter (El Jinete Azul)”, 1903. Óleo sobre lienzo, 52.1 × 54.6 cm. Colección privada ·· Wassily Kandinsky: “Paisaje con chimenea de fábrica”, 1910. Óleo sobre lienzo, 66.2 x 82 cm. Solomon R. Guggenheim Museum, Nueva York.

Kandinsky decidió trasladarse a Alemania para estudiar arte. Allí conoció a Gabriele Münter, una estudiante de arte que con el tiempo llegaría a ser una destacada pintora expresionista. Ambos artistas convivieron juntos, influenciados por las corrientes postimpresionistas de la época, como se evidencia en “El Jinete Azul” (1903). Aunque Kandinsky es famoso por sus obras pintadas a partir de 1910-11, el estudio de la evolución de Kandinsky entre 1900 y 1910 es realmente interesante, mostrando su fascinación por el puntillismo, el fauvismo y otras variantes postimpresionistas, desarrollando un estilo expresionista de colores cada vez más vivos.

En 1911, Kandinsky funda -junto con otros artistas como Franz Marc, Paul Klee o Gabriele Münter, el grupo Der Blaue Reiter (El Jinete Azul)”, sin estar todavía claro si el nombre es una referencia directa a la pintura anteriormente mencionada. Dentro de este heterogéneo grupo, Kandinsky se mueve cada vez más hacia la abstracción. En su texto “Sobre lo espiritual en el arte” de 1911, Kandinsky explicó:

Nunca es del todo cierto que una forma carezca de sentido y «no diga nada». Todas las formas del mundo dicen algo. Pero su mensaje a menudo no llega a nosotros, e incluso si lo hace, a menudo se nos oculta su plena comprensión y, hablando con propiedad, la forma es la expresión externa de este significado interno.

Wassily Kandinsky

Entre 1910 y 1913, Kandinsky crea siete obras de gran tamaño, que llamó simplemente “Composiciones”, que ilustran por si solas la evolución del estilo de Kandinsky desde el expresionismo hasta la abstracción pura. Las tres primeras, lamentablemente, se han perdido, aunque se conservan fotografías en blanco y negro o bocetos de las mismas. En las más desarrolladas de sus «Composiciones» no existe duda de que nos encontramos ante un arte entera y deliberadamente abstracto, entendiendo este como aquel que, oponiéndose al “arte figurativo”, no tiene como objeto la representación (ni siquiera subjetiva) de la realidad observable. En palabras de Magdalena Dabrowski, «El principio que guía a Kandinsky en la creación de una Composición es la ‘expresión de los sentimientos’ -o en sus propias palabras, la ‘necesidad interior’-, es decir, la respuesta emocional del artista a los acontecimientos de carácter interno.» (Magdalena Dabrowski, «Kandinsky compositions», 1995)

Las “Composiciones” de Kandinsky:

  • “Composición I”, 1910. Perdida, fotografía en blanco y negro.
  • “Estudio para ‘Composición II’”, 1910. Óleo sobre lienzo, 97.5 x 131.1 cm. Solomon R. Guggenheim Museum, Nueva York.
  • “Estudio esquemático para ‘Composición III’”, 1910. Dibujo, 24,8 x 29,7 cm. Pompidou, París.
  • “Composición IV”, 1911. Óleo sobre lienzo, 159.5 x 250.5 cm. Kunstsammlung Nordrhein-Westfalen
  • “Composición V”, 1911. Óleo sobre lienzo, 190 x 275 cm. Colección privada, Nueva York
  • “Composición VI”, 1913. Óleo sobre lienzo, 195 x 300 cm. San Petersburgo, Museo del Hermitage
  • Composición VII”, “1913. Óleo sobre lienzo, 200.6 × 302.2 cm. Galería Tretyakov, Moscú

La Primera Guerra Mundial desintegró el grupo, y Kandinsky regresó a Rusia, contrayendo matrimonio con Nina Andreevskaya. En 1922 vuelve a Alemania, siendo uno de los profesores titulares de la Bauhaus, tanto en Weimar como en Dessau. La faceta teórica de Kandinsky fue tan relevante como su pintura, dando numerosas conferencias en Europa y Estados Unidos.

Con el ascenso de los Nazis al poder, Kandinsky se refugia en París, abandonando la abstracción geométrica de su época de la Bauhaus por unas formas más orgánicas, reminiscentes de sus “composiciones” de 1911-1913.

Wassily Kandinsky: “Amarillo-Rojo-Azul”, 1925. Óleo sobre lienzo, 128 x 201.5 cm. Musée National d’Art Moderne, París ·· Wassily Kandinsky: Composición X”, 1939. Óleo sobre lienzo, 130 x 195 cm. Kunstsammlung Nordrhein-Westfalen.

Kandinsky falleció en Neuilly-sur-Seine en 1944. Durante la última década de su vida gozó de una enorme popularidad entre críticos y coleccionistas, destacando el apoyo del coleccionista Solomon Guggenheim. Por ello, hoy en día el Museo Solomon R. Guggenheim conserva una de las mejores colecciones de obras del artista.

G. Fernández · theartwolf.com

Obras Maestras de Kandinsky

Wassily Kandinsky - Der Blaue Reiter - thumbnail

El Jinete Azul

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