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Arte Pop

Neodadaísmo para las masas

El arte pop es el uso del arte comercial como tema en la pintura, supongo. Era difícil conseguir un cuadro lo suficientemente despreciable como para que nadie lo colgara – todo el mundo colgaba de todo. Era casi aceptable colgar un trapo de pintura goteando, todo el mundo estaba acostumbrado a ello. Lo único que todo el mundo odiaba era el arte comercial; y, al parecer, tampoco lo odiaban lo suficiente.

Roy Lichtenstein, 1963

Proto-Pop europeo: Eduardo Paolozzi, «I was a Rich Man’s Plaything», 1947. Collage, Tate Gallery. © The estate of Eduardo Paolozzi ·· Richard Hamilton, «Just what is it that makes today’s homes so different, so appealing?«, 1956. Kunsthalle Tübingen. © The estate of Richard Hamilton

Una vez cicatrizadas las heridas de la Segunda Guerra Mundial, Estados Unidos y Europa experimentaron un largo periodo de crecimiento económico que, unido a los avances tecnológicos y al ambiente general de euforia tras la angustia de la Guerra, desembocaron en un auge del consumo y el entretenimiento nunca antes visto en la clase media. El cine y la televisión, las revistas y los comics, Marilyn y Superman entran en los hogares, apareciendo así una nueva iconografía de consumo rápido, desenfadada, accesible, antielitista e incluso banal, en la que los artistas no tardan en centrar su atención.

Por otra parte, en el capítulo dedicado al Realismo y Academicismo del siglo XIX se comentó como el arte, además de mostrar una gran capacidad para reflejar los ideales y espíritu de la sociedad de un periodo determinado (el zeitgeist), parece responder a un principio de acción-reacción en el que un estilo o movimiento dominante prepara de forma irremediable la aparición de un movimiento posterior de características generalmente opuestas al precedente. En este aspecto, podríamos decir que, a finales de los 50, la sociedad empezaba a mostrarse ya cansada del intelectualismo a veces indescifrable del Expresionismo Abstracto y el Color Field. En ese sentido, “los artistas jóvenes acusaban al Expresionismo Abstracto de haber llegado a una etapa caracterizada por la falta de sinceridad emocional y por el academicismo. Por otra [parte], el público empezaba a sentirse cansado de una retórica abstracta, basada en cuadros sin estructura” (Historia del Arte, Salvat Editores, Tomo 10).

Pocos años después de la Segunda Guerra Mundial, Eduardo Paolozzi (1924-2005), italiano residente en Reino Unido, que había conocido las obras de Jean Arp y los dadaístas, crea “I Was a Rich Man’s Plaything”, un collage creado a base de recortes de revistas americanas que se puede considerar un antecedente directo del Pop Art. Los collages de Paolozzi son el origen del llamado Independent Group, un conjunto de artistas, generalmente británicos, de producción heterodoxa y algo intermitente, que decidieron explorar las posibilidades que los elementos sacados del mass media podían abrir en el arte. Entre ellos destaca Richard Hamilton (1922-2011) quien en 1956 realiza su “Just what is it that makes today’s homes so different, so appealing?”, concebida para la portada del catálogo de la exposición “This Is Tomorrow” en la Whitechapel Gallery de Londres, y a menudo considerada la primera obra “pop” de la historia.

Pop Art americano: Roy Lichtenstein, «Look, Mickey», 1961. Óleo sobre lienzo. National Gallery of Art, Washington. © Artists Rights Society, New York ·· Andy Warhol, «Campbell’s Soup Cans», 1962. Museum of Modern Art. © Artists Rights Society, New York

El Arte Pop empieza en Estados Unidos con las figuras de Jasper Johns (n.1930) y Robert Rauschenberg (1925-2008). El primero de ellos comenzó a experimentar con el collage en la primera mitad de la década de los 50 y, “al oír que se parecían a los de Kurt Schwitters [artista del Dada alemán fallecido en 1948], empezó a estudiar la obra de Schwitters y vio que se parecían a los suyos. Estaba invadiendo, y cambió su rumbo para ser diferente” (Leo Steinberg: “Jasper Johns: the First Seven Years of His Art”, 1961). 1954 es el año clave para Johns, en el que, buscando su propio camino, comienza a pintar sus hoy célebres “Banderas”, y, además, conoce en la Galería Leo Castelli a Robert Rauschenberg, con quien comenzaría una relación profesional y sentimental. Rauschenberg, que había experimentado con el Expresionismo Abstracto a principios de los 50, empieza a introducir elementos “Pop” y “banales” en sus “Combines”, práctica que continuaría hasta comienzos de la década de los 60.

Es a principios de los 60 cuando el Arte Pop alcanza su madurez en los Estados Unidos. Roy Lichtenstein (1923-1977) pinta en 1961 su “Look Mickey” (Washington, National Gallery), con la que comenzaría su célebre serie de obras en las que imágenes de comics son trasladadas al lienzo, en ocasiones a escala monumental, como  en “Whaam!” (1963, Londres, Tate Modern). El estilo de Lichtenstein fue recibido en principio con crítica y burlas, y la revista Life, que en 1949 se había preguntado, refiriéndose a Jackson Pollock, “¿es el Mejor Pintor Vivo de los Estados Unidos?”, publicó en 1964 una crítica a Lichtenstein en la que se preguntaba “¿Es el peor artista de Estados Unidos?”. Hoy en día, todavía existe debate sobre la originalidad de la obra de Lichtenstein. Mientras el mercado del arte ha colocado al artista como uno de los más cotizados del siglo XX (su “Masterpiece” de 1962 fue vendida por 165 millones de dólares en 2017), artistas como Dave Gibbons han parodiado la obra de Lichtenstein, dudando de que tengan más valor que las tiras cómicas en las que están inspiradas.

La figura más famosa del movimiento, el hombre que llevó la esencia del Pop Art hasta su propia vida personal, fue Andy Warhol (1928-1987). Más que ningún otro artista de su época, Warhol supo alimentarse de los iconos populares de su tiempo (desde Marilyn Monroe hasta una botella de Coca-Cola) para convertirse, en sus propias palabras, en una máquina de crear: “La razón por la que pinto de esta manera es que quiero ser una máquina, y siento que todo lo que hago y hago como una máquina es lo que quiero hacer”, escribió en 1963. Producir como una máquina, repitiendo una obra tantas veces como la sociedad lo pida, ganar dinero, y escoger un nuevo icono para poder repetir el proceso. El arte de Warhol, el directo heredero de Duchamp y sus ready-mades, «es un arte despojado de personalidad y emoción y preocupado sólo por la imagen, lo evidente. Es el arte de la máquina, no sobre la máquina» (Paul Bergin, “Andy Warhol: the Artist as Machine”, 1967).

David Hockney: «A bigger splash», 1967. Óleo sobre lienzo, 243 x 243 cm. Londres, Tate Modern. © David Hockney / Artists Rights Society, New York ·· Claes Oldenburg: «Floor Burger», 1962. Nueva York, Museo de Arte Moderno (MoMA) © Claes Oldenburg / Artists Rights Society, New York

Detrás de Warhol y Lichtenstein aparecen otras figuras dignas de mención en el Pop Art americano. Tom Wesselmann (1931-2004) reinterpreta en clave Pop la tradición del desnudo femenino occidental. Británico de nacimiento pero residente en California desde 1964, David Hockney (n.1937) toma elementos del Pop Art, pero sin renunciar a la creatividad y a la originalidad pictórica, al igual que Wayne Thiebaud (n.1920). Otros artistas destacados son Corita Kent (1918-1986), Robert Indiana (1928-2018), James Rosenquist (1933-2017), Jim Dine (n.1935) y Ed Ruscha (n.1937). En la escultura, destaca la figura de la polifacética Marisol Escobar (1930-2016), autora de algunas de las esculturas más importantes del apogeo del Pop Art americano, como «La familia» o «La fiesta«. Las figuras cotidianas de Claes Oldenburg (n.1929) abrieron la puerta a artistas posteriores como Jeff Koons (n.1955).

En Europa, tras los casos mencionados de Paolozzi y Hamilton, el Arte Pop aparece de forma intermitente y bastante desorganizada. El Nouveau réalisme francés de los 60 se ha asociado algunas veces al Pop, aunque difícilmente se puede identificar a figuras como Yves Klein o Pierre Restany como “artistas Pop”. Ronald Kitaj (1932-2007), americano en Reino Unido (recorrido inverso al del ya mencionado David Hockney) continuó la práctica del collage de Hamilton, pero apuntado ya hacia la abstracción. En Italia surgen artistas como Piero Manzoni (1933-1963) o Valerio Adami (n.1935), influenciados por el Pop Art pero inclinándose más hacia el arte conceptual. En España, ya a finales de los 60 o principios de los 70 aparece la figura de Eduardo Arroyo (1937-2018) y del llamado Equipo Crónica (activos desde 1964 hasta 1981).

G. Fernández · theartwolf.com

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