Pierre Soulages, Walnut Stain, 48.2 x 63.4 cm_1946_Rodez, Musée Soulages © Archives Soulages/ADAGP, Paris 2019
Pierre Soulages en el Louvre ‘Soulages en el Louvre’: una exposición en el Louvre se propone rastrear el desarrollo cronológico del trabajo de Soulages desde 1946 hasta la actualidad, a través de una pequeña selección de piezas creadas durante ocho décadas. Del 11 de diciembre de 2019 al 9 de marzo de 2020.]]>
Fuente: Louvre
Nacido el 24 de diciembre de 1919 en Rodez (sur de Francia), Soulages, que continúa produciendo obras a un ritmo constante, celebra su centenario a finales de este año. Para conmemorar este evento, el Museo del Louvre dedica una exposición excepcional al artista en el prestigioso Salón Carré, que se encuentra entre la Galería de Apollon y la Gran Galería, y que solía albergar el Salón de París.
Pierre Soulages optó por la abstracción total desde el comienzo de su carrera, desafiando las premisas tradicionales de la pintura. El suyo fue un enfoque singular, tanto por los materiales que utilizó (por ejemplo, madera y alquitrán), por sus herramientas -más parecidas a las utilizadas por los pintores del sector de la construcción-, como por su decisión de nombrar sus obras de acuerdo con su técnica, dimensiones y fecha de ejecución, en lugar de títulos que influirían en la percepción que los espectadores tenían de ellas. En 1948 escribió: «Una pintura es un todo organizado, un conjunto de formas (líneas, superficies de colores) sobre las cuales nuestras interpretaciones de la misma emergen y se desmoronan».
Esta exposición muestra la continuidad del trabajo del artista y sus diversos períodos, cada uno reflejando su ambición de representar la luz a través de contrastes entre el color negro y las áreas claras, a través de capas y raspados, y mediante la forma de aplicar un solo pigmento. En 1979, cuando había sido pintor durante más de treinta años, Soulages se embarcó en una nueva fase en su trabajo: un tipo de pintura bastante diferente que llamó “outrenoir” («ultra negro» o «más allá del negro»). Los experimentos pictóricos de Soulages siempre habían sondeado la relación entre el negro y la luz, pero con “outrenoir”, que utilizaba el reflejo de la luz, el espacio-tiempo de la pintura adquirió una multiplicidad luminosa completamente nueva. Al contrario que en un trabajo monocromático, «son las diferencias de texturas -lisas, fibrosas, tranquilas, tensas o agitadas- las que, al capturar o bloquear la luz, resaltan los grises y los negros profundos».
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