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Mujeres Modernas en PAFA: de Cassatt a O’Keeffe

Mary Cassatt, Bebé en brazos de su madre (detalle)

Mary Cassatt, Bebé en brazos de su madre (detalle), ca. 1891
Óleo sobre lienzo
Legado de Peter Borie, 2003.15

Georgia O’Keeffe, Coxcomb

Georgia O’Keeffe, Coxcomb, 1931
PAFA, Regalo y legado de Bernice McIIhenny Wintersteen, 1977.24.2
© Georgia O’Keeffe Museum/Artists Rights Society (ARS), Nueva York

Mujeres Modernas en PAFA: de Cassatt a O’Keeffe La Academia de Bellas Artes de Pensilvania (Pennsylvania Academy of the Fine Arts, PAFA) presenta ‘Mujeres Modernas en PAFA: de Cassatt a O’Keeffe’, del 12 de enero al 1 de septiembre de 2013.]]>

Fuente: Pennsylvania Academy of the Fine Arts (PAFA)

Mostrando más de 40 obras de artistas modernas que van desde Mary Cassatt a Georgia O’Keeffe, «Mujeres Modernas en PAFA» incluye pinturas y esculturas de más de 20 mujeres artistas cuyas obras exploran los siguientes temas: maternidad y belleza, el paisaje natural; el autorretrato, las mujeres en la comunidad; ilustradores sobre la mujer, y la actividad de las mujeres modernas.

En 1844 las estudiantes fueron admitidas en las aulas de dibujo y escultura, siendo PAFA una organización pionera en la educación artística de las mujeres. Las primeras clases en vivo – las dedicadas a la elaboración de modelos en vivo – se organizaron en la década de 1860 por un dedicado grupo de alumnas eran instruídas por otras, incluyendo a Mary Cassatt. Artistas femeninas compitieron junto a sus compañeros masculinos por la prestigiosa Temple Gold Medal otorgada al mejor cuadro en una exposición anual. Cecilia Beaux fue invitada a unirse a la PAFA como profesora de retrato, donde influyó en posteriores generaciones de estudiantes, sobre todo Violet Oakley.

La pintura no fue el único medio en el que sobresalieron las artistas modernas de la PAFA. Bessie Potter Vonnoh expuso sus pequeñas esculturas de bronce de mujeres y niños en más de 30 exposiciones anuales. Emily Clayton Bishop, por su parte, fue una de las estudiantes de escultura más talentosas de la primera década del siglo XX, y ganó varios premios. Tras su prematura muerte en 1912, a la edad de 28 años, The New York Times la declaró «una de las más prometedoras jóvenes escultoras de América» ​​por sus esculturas expresionistas llenas de movimiento, mostrando el espíritu de la danza moderna.

El siglo XX marcó el comienzo de la continuidad del éxito de las mujeres artistas. Artistas como Elizabeth Sparhawk-Jones, Hilda Belcher, Sara Carles, y Georgia O’Keeffe se toparon tanto con dificultades como con éxitos, mientras trataban de posicionarse en un mundo del arte que cambiaría drásticamente con el Armory Show de 1913.

Elizabeth Sparhawk-Jones, una estudiante de William Merritt Chase, comenzó a vender sus obras cuando se encontraba todavía en su adolescencia. En 1908, The New York Times declaró a Sparhawk-Jones el «hallazgo del año.» Su trabajo inicial se centró en mujeres trabajadoras de la vida cotidiana, y fue elogiado por su pincelada y la observación de sus modelos. En 1913, Sparhawk-Jones desapareció del mundo del arte al sufrir una enfermedad mental. Cuando la artista regresó a su carrera dos décadas después, la revista American Art declaró que «un fenómeno» había regresado, mientras que los críticos alabaron su estilo moderno.

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