Una escultura de Miguel Ángel regresa a Estados Unidos
El ‘David-Apolo’ de Miguel Ángel viaja a Washington El ‘David-Apolo’ de Miguel Ángel se expone en la Galería Nacional de Washington del 13 de diciembre de 2012 al 23 de marzo de 2013, 63 años después de su primera visita a la Galería.]]>
18 de diciembre de 2012, fuente: National Gallery of Art, Washington
El «David-Apolo» visitó por primera vez la Galería Nacional de Arte hace ya más de 60 años, como muestra de gratitud por la ayuda prestada durante la posguerra y para «reafirmar la amistad y los lazos culturales que unen a Italia y Estados Unidos». La exposición de la obra maestra en 1949 coincidió con la toma de posesión del presidente Harry Truman. Durante los seis meses posteriores, la escultura fue admirada por más de 791.000 visitantes. En 2013, la exposición de la escultura coincide con otra toma de posesión: la segunda de Barack Obama segunda.
El ideal del Hombre del Renacimiento puede comprenderse estudiando la vida y obras de Michelangelo Buonarroti (1475-1564), cuyos logros en la escultura, la pintura, la arquitectura y la poesía son ya legendarias. El significado exacto de esta estatua, al igual que su forma, es todavía desconocido. En 1550 Giorgio Vasari describió la figura como «un Apolo que sostiene una flecha de su carcaj», en referencia al dios de la música y la sabiduría, cuyas flechas podían atacar a monstruos terribles y mortales irrespetuosos. Un inventario de 1553 de la colección del duque Cosimo I de Medici, sin embargo, llama a obra «un David incompleto de Buonarroti.» Para entonces ya había entrado en el Palazzo Vecchio (la sede del gobierno de Florencia), uniéndose a varias esculturas que representaban a David, el símbolo florentino favorito de la resistencia a la tiranía.
En el David-Apollo, la forma indefinida bajo el pie derecho de la figura desempeña un papel clave en la composición. Levanta el pie, de modo que la rodilla se dobla y las caderas y los hombros adoptan un movimiento de torsión, con el brazo izquierdo recorriendo el pecho y el rostro girado en dirección opuesta. Esta pose en espiral, llamada «serpentinata», invita al espectador a moverse alrededor de la figura y admirarla desde todos los ángulos. Estas complejas composiciones de Miguel Ángel ejercieron una fuerte y duradera influencia en artistas contemporáneos y posteriores.
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