Arriba, el «codex gigas», vista de la obra. Abajo: el famoso demonio que ha dado nombre al manuscrito
La «Biblia del Diablo» se expone en Praga 360 años después de ser tomada como botín por las tropas suecas. ]]>
24 de septiembre del 2007 – Cuenta la leyenda que a principios del siglo XIII, un monje del monasterio checo de Podlazine fue acusado de cometer un gravísimo pecado cuya condena era ser emparedado vivo. Para evitar esta pena, el monje prometió crear en una sola noche un manuscrito que se convirtiera en el orgullo del monasterio. En mitad de la noche, consciente de lo imposible de su objetivo, el monje pidió ayuda al diablo, consiguiendo así finalizar la obra. La demoniaca ayuda quedó reflejada en el libro en un siniestro retrato del demonio, que es hoy en día una de las miniaturas más conocidas de la Edad Media.
Esta leyenda es la que acompaña desde hace siglos al «codex gigas», más conocido como la «Biblia del Diablo», del que se llegó a decir que era «la octava maravilla del mundo» por su increíble tamaño (92x50x22 cm con 624 páginas y casi 75 kg de peso) como por la calidad de sus dibujos. La obra fue tomada como botín por las tropas suecas al final de la Guerra de los 30 años, y sólo había salido de Suecia en dos ocasiones, la última de ellas hace 8 años.
Para la exposición en la República Checa, la obra se ha visto acompañada de unas enormes medidas de seguridad, que incluyen que la obra sea expuesta en una estancia exclusiva con un límite de 10 visitantes simultáneos y una garantía de Estado por valor de casi 11 millones de euros.
A destacar que, pese a la siniestra leyenda que acompaña a la obra, ésta no fue nunca un «manuscrito prohibido», ni tan siquiera durente los tiempos de la inquisición.
Para los que no puedan acercarse a Praga durante la exposición, la obra puede ser admirada en formato digital en la página web de la Biblioteca Nacional de Suecia: www.kb.se/codex-gigas ).
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