De Cranach a Canova: luces y sombras en las subastas de Londres
Desde una ninfa triunfante de Lucas Cranach hasta una escultura de Antonio Canova inexplicablemente ignorada, un repaso a las subastas de arte antiguo y antiguos maestros de Christie’s y Sotheby’s en Londres, julio de 2022
Por G. Fernández · theartwolf.com · Imagen: Lucas Cranach el Viejo, “La ninfa de la fuente”
Pintura antigua europea
La subasta de antiguos maestros de Christie’s -que obtuvo un total de 28,1 millones de libras esterlinas-estuvo liderada por “La ninfa de la fuente”, una clásica pintura mitológica de Lucas Cranach el Viejo, pintada hacia 1540 y que contaba con una estimación de preventa de entre 6 y 8 millones de libras esterlinas. Cranach es uno de los escasísimos pintores del Renacimiento cuyas obras aparecen en el mercado de forma habitual, razón por la cual sus cotizaciones han sido algo inconsistentes. En 2011, Drouot sacó a subasta en París otra “Ninfa” (directamente relacionada con la pintura de Christie’s) con un precio estimado de entre 3 y 4 millones de euros, pero la obra no fue vendida al no alcanzarse el precio mínimo. Tampoco lograron se vendidos dos de los mejores Cranach que han salido al mercado en los últimos 20 años, Baco en la cuba del vino” en 2011 y “La familia del fauno” en 2014. Procedente de la colección de Cecil & Hilda Lewis, “La ninfa de la fuente” se remató por 9,45 millones de libras. Un muy buen resultado que provocó un aplauso en la sala.
Por lo demás, resultados bastantes desiguales en el resto de la subasta. Un bello paisaje de Jacob van Ruisdael se remató por 3,4 millones de libras, unas tres veces su estimación de preventa, mientras que un retrato de Anthony van Dyck y una naturaleza muerta de Jan den Uyl superaron los 3 millones de libras. “Heidelberg, with a Rainbow”, una espectacular acuarela de J.M.W. Turner vendida en 2013 por 4,6 millones de dólares no encontró comprador en lo que sería la segunda mayor decepción de la subasta -de la mayor hablaremos posteriormente.
En Sotheby’s, la subasta de pintura antigua apenas pudo recuperarse tras el fracaso de su lote estrella, “La rendición del buque Príncipe Real durante la Batalla de los Cuatro Días, del 11 al 14 de junio de 1666”, una escena naval de Willem van de Velde el Joven por el que la casa de subastas esperaba obtener entre 4 y 6 millones de libras esterlinas. Pese a los esfuerzos del subastador, Harry Dalmeny, ninguna oferta superó los 3,2 millones de libras, y la obra -que hace exactamente diez años fue adquirida por 5,3 millones de libras, también en Sotheby’s Londres- no fue vendida.
Una de las escasas alegrías de la subasta de Sotheby’s fue la venta de “La fuente del amor” de Jean-Honoré Fragonard, un artista que ha venido siendo minusvalorado por el mercado en los últimos tiempos. La obra refleja uno de los temas favoritos del artista, que repitió esta composición en varias pinturas, incluyendo una vendida en 1999 por 2,2 millones de dólares. La versión de Sotheby’s, pálida y casi etérea, se remató por 718.200 libras, unas tres veces su estimación de preventa.
Escultura europea
Imagen: Antonio Canova, “Maddalena Giacente”
Canova. Oh, Canova. En una época en la que las casas de subastas hacen un uso absolutamente excesivo del término “obra maestra”, ver salir a subasta una obra que merece con total seguridad la calificación de obra maestra resulta inusual. Que lo haga con una estimación preventa que no supere los 10 millones de dólares, muy extraño. Y que no encuentre comprador, totalmente incomprensible.
Y eso es lo que pasó con “Maddalena Giacente” de Antonio Canova, que Christie’s ofreció en su ya mencionada subasta de antiguos maestros con una estimación preventa de entre 5 y 8 millones de libras esterlinas. Canova es, por supuesto, uno de los escultores más importantes de la historia del arte occidental, y el mayor genio del arte neoclásico junto con Jacques-Louis David. Y la “Maddalena Giacente” es una obra de notable importancia, completada por el artista poco antes de su muerte. Nada esto pareció importar a los coleccionistas, y nadie ofreció la puja mínima por la obra.
Pasemos a las sorpresas positivas: en Sotheby’s, un pequeño conjunto de “Adán y Eva” de Leonhard Kern (1588-1662) se remató por 918.000 libras esterlinas, más de tres veces su estimación de preventa más optimista, mientras que un diminuto e intrincado políptico creado por un artista holandés a comienzos del siglo XVI logró 604.800 libras, unas diez veces su estimación de preventa más conservadora. A medio camino entre la escultura y las artes decorativas, un par de candelabros de mármol del siglo XIX, procedentes de la colección Rothschild, fueron vendidos en Christie’s por 906.000 libras, unas quince veces su estimación de preventa más conservadora.
Dibujos y obras sobre papel
Imagen: John Constable, “Crepúsculo”
En este grupo de subastas de arte “antiguo”, algunas de las obras más interesantes que pueden adquirirse a precios razonables se encuentran en las subastas de dibujos y obras sobre papel. Por ejemplo, Sotheby’s abrió su subasta de “Obras maestras sobre papel de cinco siglos” con una pequeña “Anunciación de los pastores” de Simon Bening, uno de los grandes pintores de miniaturas del Renacimiento, vendida por algo más de 30.000 libras. Desconcertante fue el resultado (también en Sotheby’s) de dos dibujos “leonardescos” atribuidos a Giovanni Antonio Boltraffio, ambos valorados entre 80.000 y 120.000 libras. Mientras que una cabeza de San Juan Bautista se remató por 189.000 libras, una cabeza de Santiago el Menor, de idénticas dimensiones, no encontró comprador. “Crepúsculo”, una acuarela de John Constable, aplastó su estimación de preventa de entre 20.000 y 30.000 libras, rematándose por 346.500 libras.
Antigüedades
Imagen: escultura egipcia de Mehernefer y su hijo. Imagen vía Christie’s.
Las dos grandes estrellas en el campo del arte de la antigüedad se incluían en la ecléctica subasta “The Exceptional Sale” de Christie’s. Una escultura egipcia de Mehernefer y su hijo, creada en la Dinastía V, tenía una estimación de preventa “extraoficial” en torno a los 4 millones de libras esterlinas, muy razonable tendiendo en cuenta su importancia y su inmejorable procedencia, habiendo pertenecido al rey George III de Inglaterra (1738-1820). Imposible no recordar la venta récord (y muy polémica) de Sekhemka, otra estatua egipcia de la Dinastía V, por 15,8 millones de libras en 2014. La estatua de Mehernefer, no tan famosa como aquella, se remató por 6 millones de libras esterlinas, un resultado muy positivo.
Un busto romano de mármol representando al dios Hermes, procedente de la importante colección Lansdowne contaba con un precio estimado de preventa de entre 3 y 5 millones de libras, pero nadie pujó por encima de los 2,6 millones de libras, y la obra no fue vendida, en una prueba más de lo desconcertante e impredecible del mercado de antigüedades, sobre todo si se compara con los 23,8 millones de dólares obtenidos en 2010 por la venta de otro busto romano, que había sido valorado previamente entre 2 y 3 millones de dólares.
Por su parte, Sotheby’s vendió un disco de oro del Neolítico europeo por 327.600 libras, más de 10 veces su estimación preventa más optimista.
Stradivari y la maldición de marfil
La subasta “The Exceptional Sale” de Christie’s incluía también el violín “Hellier”. Reconozco mi limitado conocimiento relativo a los violines, pero no hace falta ser un experto para saber que el nombre de Antonio Stradivari es, junto con Giuseppe Guarneri, el “Santo Grial” para los coleccionistas de instrumentos musicales. Tampoco hace falta ser un experto para saber que el hecho de que, desde enero de este año, el violín no pueda ser exportado a la Unión Europea por contener piezas de marfil puede echar atrás a muchos potenciales coleccionistas. Sea por el motivo que sea, las pujas no superaron los 5,5 millones de libras, y el Stradivari no fue vendido.
Follow us on: