Urs Fischer: «Problem Painting», 2011
Urs Fischer: «Untitled», 2007
Retrospectiva de Urs Fischer en el MOCA Los Ángeles El Museo de Arte Contemporáneo de Los Angeles (MOCA) presenta la primera gran retrospectiva en un museo de obras del artista nacido en Suíza Urs Fischer. Del 21 de abril al 19 de agosto de 2013.]]>
Fuente: Museum of Contemporary Art, Los Angeles
Basado en una interpretación personal de la realidad, el trabajo de Fischer declara descaradamente su afiliación al pop, al surrealismo y al dadaísmo, mientras que su técnica y sus temas lo colocan indiscutiblemente en nuestro ámbito contemporáneo. En la obra de Fischer aparecen frecuentemente temas y conceptos como el sexo, lo macabro y la violencia. Pero, a su vez, este mundo adulto colinda frecuentemente con un paisaje de cuento de hadas poblado por gigantescos osos de peluche, casas hechas de pan, y objetos semiderretidos. En la imaginación del artista todo es posible, incluyendo una escultura de arcilla del tamaño de un puño transformado en un imponente monolito de doce metros, al parecer producido por las manos de un gigante.
El mundo de Fischer es mutable e impredecible, y el placer que obtenemos de su escultura y pintura se basa en la atracción y repulsión simultánea provocada por sus construcciones oníricas. El trabajo de Fischer se caracteriza por una diversidad sin fin. Algunas de sus esculturas se construyen tanto en fundición de aluminio, otras son toscamente talladas en madera, o están pegadas entre sí como un mosaico de espejos rotos o fundidas en cera para que desaparezcan durante la exposición. Incluso algunas obras que parecen haber sido producidas de forma artesanal por el artista han sido en realidad creadas a través de una serie de procesos digitales con el fin de crear la apariencia extrañamente surrealista de una realidad malograda.
Siendo uno de los más importantes artistas contemporáneos de hoy en día, Fischer es conocido por su uso de una amplia gama de medios de comunicación para expresar la fugacidad del arte y la condición humana. Jessica Morgan, curadora de la Tate Modern de Londres, es la directora de la exposición, que ocupa un total de 6.000 metros cuadrados en el museo angelino. Mostrando su obra de la última década, la exposición reúne por primera vez muchas obras icónicas de Fischer, provenientes de las mejores colecciones internacionales, así como su producción reciente. La exposición ocupa dos espacios diferenciados del MOCA, mostrando la propensión de Fischer a unir lo banal y lo fantástico. Cada espacio tiene un carácter distinto adaptándose a los espacios singulares del museo. En el MOCA, Fischer muestra la trama de su obra: esqueletos que aparecen junto a estrellas de cine, juguetes junto a agujeros de tumbas, y nuestro habitual sentido de desinteresada distancia se construye y destruye al mismo tiempo.
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