Receta, de Rosalía Banet
Receta, de Rosalía Banet
Receta, de Rosalía Banet
ROSALÍA BANET – CARNICERÍA LOVE
Del 7 de Marzo al 5 Abril de 2008 en la Galería Espacio Mínimo, Madrid
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Carnicería Love es el título de la cuarta exposición individual de ROSALÍA BANET en la galería Espacio Mínimo en la que vuelve a tratar, camuflándolos bajo una apariencia de falsa ingenuidad, en temas poco complacientes como el dolor o la enfermedad.
Según la artista, la Carnicería Love es el lugar donde se cocinan los sentimientos. Aunque a primera vista los protagonistas de la exposición parecen estar preparando recetas con los cuerpos de otros seres humanos, en realidad, se trocean, se condimentan, se hornean, se saltean, se arrancan su propio corazón, en definitiva, se cocinan a sí mismos.
En realidad, en la mayoría de las culturas se mantiene la relación entre comida y sentimientos o más concretamente entre comida y amor. Las madres tratan de preparar las mejores comidas para sus hijos; cuando tienen invitados les ofrecen las mejores recetas, los platos más suculentos; las celebraciones, del tipo que sean, siempre giran alrededor de la mesa. es como si proyectáramos parte de nosotros en la comida que preparamos.
De la misma forma, los cuerpos que sirven para la preparación de las recetas de Carnicería Love representan la exteriorización de los sentimientos de quienes los están cocinando. Las cocineras de los cuadros, fotos, dibujos o vídeo de la exposición, no pretenden dañar o agredir a otros, tratan simplemente de mostrar su dolor, su sufrimiento, su impotencia. Los seres que estas mujeres cocinan son el reflejo de estos sentimientos. Cada receta es, por tanto, una mirada al interior del que la realiza, una forma de purgar su dolor. Estos cuerpos mutilados, troceados, horneados, aunque estén fuera de ellas surgen en realidad de su interior, son sus miedos, el monstruo que llevan dentro, que las aterra y que sacan fuera y ponen sobre la mesa de la cocina para enfrentarse con él. Ese monstruo es parte de su ser, por eso los cuerpos que cocinan son un poco la prolongación de su propio cuerpo. Por eso son cuerpos sin identidad, sin apenas rasgos físicos que los definan, porque en realidad son recipientes, moldes rellenos con las vísceras de la cocinera.
Pinturas -tres cuadros de gran formato (Cocina para los amantes del arte, Cocina para los amantes de lo ajeno y Cocina para los amantes de Dios) y un aparentemente exquisito y refinado bodegón (Bodegón de la carne)-, dibujos -la serie Recetas-, fotos -la pieza que da título a la exposición Carnicería Love- , vídeo -Cake de vísceras- y esculturas -las tres inquietantes maquetas de la sala inferior- conforman una exposición de obras-trampa de ingenua apariencia que encierran, en una suerte de cruda deconstrucción de sentimientos, una dura y descarnada mirada sobre lo más siniestro y doloroso de nuestro interior.
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