Rockwell Kent
Juventud dividida entre el amor y el deseo (1916)
Rockwell Kent como artista gráfico – Museo de Filadelfia ‘Rockwell Kent — Viajero’ muestra el legado de este gran artista como grabador e ilustrador de libros. En el Museo de Arte de Filadelfia, del 19 de mayo al 29 de julio de 2012.]]>
Fuente: Museo de Arte de Filadelfia
La exposición examina la carrera del artista desde 1907 hasta la década de los 50, incluyendo relatos de viaje del artista, ilustraciones de clásicos de la literatura, y diseños para anuncios, así como obras que ilustran su compromiso con la política de izquierda desde la Primera Guerra Mundial hasta la «era McCarthy». Con más de 100 obras sobre papel, la exposición también cuenta con acuarelas y cuadernos de bocetos que abren una ventana al proceso creativo del artista.
«La fama y fortuna de Kent cambiaron dramáticamente durante su vida», explica Brooks Rich, comisario en el Museo de Arte de Filadelfia. «En la década de los 20 y los 30, cuando alcanzó el estatus de celebridad, fue aclamado como uno de los artistas gráficos más famosos de América. En la década de los 50 la reputación del artista sufrió un descenso, debido en parte a su apoyo a las controvertidas causas progresistas y al ascenso del expresionismo abstracto en los círculos artísticos de vanguardia. Hoy en día, ya que sus obras atraen un renovado interés, las ricas colecciones del Museo de Arte de Filadelfia ofrecen una nueva oportunidad para reconsiderar la profundidad y complejidad de sus logros.»
La exposición comienza con los primeros trabajos en blanco y negro, incluyendo «Juventud dividida entre el amor y el deseo» (1916) y «Sala de Domino» (1916), creada para la revista Vanity Fair. La obra del artista en la década de 1920 se destaca por las imágenes y los libros que surgieron de viajes a Alaska, Groenlandia y Tierra del Fuego. Kent contribuyó a más de 140 libros, entre ellos «Moby Dick» de Herman Melville (1930), «Los cuentos de Canterbury» de Geoffrey Chaucer (1934), y «Hojas de hierba» de Walt Whitman (1936), todos representados en esta exposición. Pacifista de toda la vida y dedicado a causas socialistas, el artista expresa sus convicciones proletarias en «Trabajadores del mundo: uníos!» (1937), un grabado en madera de un trabajador idealizado empuñando una pala, y en la litografía «Wake Up America!» (1945), un comentario mordaz sobre el estado de la democracia en América, que muestra a un hombre que duerme junto a un reloj de arena.
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