Manu Muniategiandikoetxea en la Galería Espacio Mínimo
Extxe Gorrian (Casa Roja) es el título de la tercera exposición individualde MANU MUNIATEGIANDIKOETXEA en la galería Espacio Mínimo
Del 8 de Mayo al 13 de Junio de 2009
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La formalización del espacio a través de sus variaciones constructivas, y la exploración delas posibilidades perceptivas del mismo, siguen siendo el elementofundamental de una obra que, recurrente en motivos pero sin agotarse en supropio repertorio, conforma un sólido continuum.
Tres elementos – balda, banco y biga- articulan el espacio expositivo demanera silenciosa: la balda, como soporte de las esculturas de pequeñoformato, en el espacio de la entrada, alimentando el dialogo de las mismascon las pinturas enfrentadas a ellas; el banco vacío, acompañando a laescultura central que domina totalmente la sala grande de la galería y quese refleja en la pintura blanca de 310 x 366 cm. del muro frontal; y, porúltimo, la biga, que conforma la pieza de la sala inferior. A ellos se sumael espejo como elemento distorsionador que actúa redefiniendo el espacio.
En esta exposición el artista insiste en el enfrentamiento entre piezaspictóricas y escultóricas en un intencionado empeño por acentuar la idea deconfusión, de contaminación, de alteración de volúmenes y proporciones, enun juego barroco donde la manipulación del espacio y su transformación,confrontando esculturas a sus proyecciones bidimensionales y volúmenespictóricos a planos duros, crea un diálogo único entre obras diferentes, detécnicas y materias diversas, con iconografías y facturas distintas. Elresultado es un conjunto coherente, un grupo armónico de piezas únicas. Comoapuntan María de Corral y Lorena Martínez de Corral en el catálogo de laexposición “Planes Futuros. Arte español de los 2000”, a ManuMuniategiandikoetxea Le interesa dar forma y articular un lugar donde crearsituaciones de diálogo y que nos permita percibir el entorno de maneradistinta.
Como en otras ocasiones, son reconocibles en las obras de esta exposiciónestructuras o formas de otros artistas, como Rodchenko u Oteiza, que ManuMuniategiandikoetxea toma prestadas para reinterpretarlas, utilizándolascomo citas sobre las que articular su propio discurso. La capacidad deapropiación -escribe Chus Martínez en el texto del catálogo de su exposiciónen la Sala Rekalde- de alguna manera devuelve a la obra una dimensión»temporal». La cita constituye todo un experimento con la «historia». Lacita es la superficie de contacto entre objeto y biografía. Pone de relieveque la forma física de la obra, su realidad tangible, no se sustenta por símisma, no es consustancial sino arbitraria y producto de un continuo procesode lectura y relectura que no tiene principio ni fin acotables. No existe un»sentido», un «original». Tal vez existieron. La cita alude a esaposibilidad; introduce continuamente la hipótesis de un lugar primigeniodonde habita el sentido, un canon, pero al hacerlo arrastra consigo no sólola nítida ilusión de lo primigenio, sino también miles, millones decontextos posibles en los que ese acontecer pudo tener lugar
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