Liliana Porter – Situations with Levitating Rabbit
Liliana Porter – Untitled (with silver brush)
Liliana Porter en la Galería Espacio Mínimo La Galería Espacio Mínimo presenta la sexta exposición individual en su espacio de la artista argentina afincada en New York, Liliana Porter. Del 20 de enero al 5 de marzo, 2011]]>
Fuente: Galería Espacio Mínimo, Madrid
Situations with Levitating Rabbit es el título de la muestra y el de la pintura de gran formato que la articula,en la que la artista, en los parámetros del lienzo, aúna pintura, escultura, objetos encontrados e instalación, yen la que plasma un gran número de sus referentes y de sus obsesiones, como ese conejo levitando que cita eltítulo, para, en palabras de Ana Tiscornia, realizar un ejercicio metalingüístico enfocado en el cuestionamientode la frontera entre la realidad y su representación o más ajustadamente su enunciación, algo que, como diceInés Katzenstein en un texto sobre su trabajo, viene haciendo desde que, entre 1968 y 1977 Liliana Porterconstruye un lenguaje para manifestar la que descubre como su preocupación filosófica fundamental: lapregunta acerca de la naturalización de la representación y sus consecuencias. Esta pregunta será siempreenunciada desde una posición de extrañamiento que consistirá en presentar al espectador un evento que lolleve a cuestionar el modo en que usualmente nos relacionamos con la representación.
En los cuadros de la exposición, la artista incide en la importancia que desde sus inicios ha concedido al temadel fondo, el fondo como superficie, como soporte, como espacio vacío, como ausencia. En cada caso, la obrasocava cualquier llamamiento a una metafísica, esto es, el fondo como territorio estable o estructurafundamental a través de la cual la identidad puede ser trazada, o la representación confirmada, como apuntaen otro texto sobre la artista Charles Merewether.
Cada uno de los lienzos que se muestran en esta ocasión, trascienden el mero soporte pictórico para actuarcomo escenario en el que acciones y situaciones tienen lugar. Son espacios, blancos en este caso, donde serecrean para nosotros, espectadores perplejos, esos diálogos imposibles, ese juego de presencias y ausencias,de realidades ilusorias y certeras apariencias que cuestionan constantemente los límites de nuestrapercepción. De modo constante, –escribe Tobías Ostrander- Porter estructura nuestra participación activacomo espectadores. Como lectores, nos coloca al final de la recepción y búsqueda del significado. Sus obrasliteralmente nos piden que “actuemos” las interrogantes filosóficas que las motivan y a las que la artista regresasin descanso. Porter describe con frecuencia como su viejo colaborador virtual y guía, Jorge Luis Borges,hablaba de la facilidad con que uno puede convertirse en un buen escritor, frente a la extrema habilidadnecesaria para hacerse un lector de talento. El trabajo de Porter nos reta de manera dinámica para que loleamos y prolonguemos creativamente sus estrategias hacia nuestras esferas de interés.
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