Harmony Korine – Raiders
Harmony Korine: Raiders (Invasores). Galería Gagosian La Gagosian Gallery de Beverly Hills presenta ‘Raiders (Invasores)’, una exposición de nuevas pinturas de Harmony Korine. Del sábado 10 de enero al sábado 14 de febrero de 2015.]]>
Fuente: Gagosian Gallery Beverly Hills
Las películas de culto de Korine de los últimos veinte años, desde la surrealista «Gummo» (1997) hasta «Spring Breakers» (2012), una película de cine negro contemporáneo en el que cuatro universitarios se enredan en un laberinto asesino de eventos, fusionan la realidad con la ficción y el uso manual de la cámara con el montaje preciso. Esta mezcla embriagadora de lo no planificado, lo seductor, y lo extravagante cristaliza en sus menos conocidas pinturas. Evitando la pincelada en favor de la brocha, la pintura industrial y la cinta adhesiva, el artista crea imágenes que se hacen eco del sonido y leitmotiv visual de sus películas. El efecto hipnótico acumulativo de las pinturas se compensa con su aleatoriedad natural y su energía impulsiva.
Para crear «Burst Raider» (2014), Korine pegó segmentos superpuestos de cinta adhesiva en el centro de un lienzo sin imprimación, a continuación utilizó una escoba para difundir colorantes rojos, amarillos y azules sobre la superficie. Tras esto, se retiró la cinta revelando estrellas brillantes e irregulares brillando a través de nieblas de colores; la composición final se caracteriza por un resplandor explosivo y espontáneo. Otras pinturas están habitadas por sombras, criaturas con garras que recuerdan a los «Caprichos» de Goya, oscurecidas por capas de pintura para casas, rociadas con letras, y repintadas a lo largo de varios años.
Lienzos cubiertos de filas de círculos y cuadrados pintados producen variaciones bruscas que vacilan entre decisiones calculadas y espontáneas, mientras otras pinturas con cientos de líneas horizontales apuntan a perspectivas distantes. Korine pega trozos de plástico de burbujas, plásticos y papeles a la tela a medida que trabaja. Estos restos fosilizados encarnan narrativas duales: registros literales del proceso creativo, sus siluetas esqueléticas también sugieren espectros a la deriva, haciéndose eco de obras más abiertamente figurativas como «Little Shawshank» y «W. Hulk Félix». Deliberadas y erráticas, repetitivas y casuales, las pinturas de Korine nacen de fuerzas vitales feroces, conflictivas pero interdependientes.
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