Robbia, Andrea della: “Madonna y Niño con Querubín”, c. 1485, terracota con color. Andrew W. Mellon Collection
Esculturas de Della Robbia en la NGA Washington ‘Della Robbia: Esculpiendo con color en la Florencia renacentista’ es la primera gran exposición estadounidense dedicada a las obras de tres generaciones de la familia Della Robbia y sus competidores. Galería Nacional de Arte, Washington, del 5 de febrero al 4 de junio de 2017.]]>
Fuente: National Gallery of Art, Washington
Unos 40 ejemplos ilustran la gama de obras escultóricas producidos por el taller: relieves de la Virgen y el niño, decoración arquitectónica, retratos, estatuillas para el hogar y figuras a gran escala. Incluso hoy en día la cerámica conserva sus blancos opacos característicos, sus profundos azules cerúleos y vivos verdes, morados y amarillos, gracias a la técnica de acristalamiento inventada por el escultor Luca della Robbia (1399 / 1400-1482). La muestra también incluye seis importantes préstamos procedentes de Italia, entre ellos la obra maestra de Luca, “La Visitación” (c. 1445). En préstamo de la iglesia de San Giovanni Fuorcivitas en Pistoia, esta obra ha viajado a los Estados Unidos por primera vez para esta exposición.
«Junto con el Museo de Bellas Artes de Boston, la Galería se enorgullece de presentar la primera exposición en Estados Unidos dedicada a las maravillosas esculturas de la familia Della Robbia, que son poderosos ejemplos de la creatividad y refinamiento del Renacimiento», declaró Earl A. Powell III, director de la Galería Nacional de Arte de Washington. «Las esculturas seleccionadas también muestran el gusto de los coleccionistas estadounidenses, que trajeron tantas excelentes obras de Della Robbia a este país. Agradecemos al Grupo Altria y a la familia Antinori el hacer posible la exposición, y a Sally Engelhard Pingree y la Fundación Charles Engelhard, a la Fundación de la Familia Buffy y William Cafritz y al Círculo de Exposiciones, por su generoso apoyo.»
Luca della Robbia, nacido en el amanecer del siglo XV en una familia activa en la industria textil, se convirtió en un exitoso escultor de mármol durante la década de 1430, famoso por sus relieves musicales para una galería de coros en la Catedral de Santa María del Fiore. Ya alabado alrededor de 1435 por el teórico del arte Leone Battista Alberti, quien lo consideraba una de las grandes figuras de la escultura florentina junto a Donatello, Ghiberti, Masaccio y Brunelleschi, Luca se aseguró su estátus como uno de los artistas florentinos más importantes del Renacimiento, inventando una técnica de vidriado, y, con ella, una forma completamente nueva de arte.
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