Eugène Delacroix: “La Batalla de Nancy” (1831)
Delacroix: exposición en el Metropolitan Museum ‘Delacroix’ es la primera gran retrospectiva dedicada al artista en Norteamérica. La exposición permite a los visitantes descubrir un genio imprescindible que continúa estableciendo pautas para los artistas de hoy en día. Museo Metropolitano de Arte, del 17 de septiembre de 2018 al 6 de enero de 2019.]]>
Fuente: Museo Metropolitano de Arte
La exposición presenta las tres fases principales de la carrera de Delacroix, que abarca más de cuatro décadas. La primera sección estará dedicada a sus años de formación durante la década de 1820, cuando sus ambiciosas pinturas expuestas en los salones anuales de París le ganaron el reconocimiento público. La segunda sección se centra en su estudio de los temas históricos, a menudo a gran escala, creados para grandes encargos públicos desde la década de 1830 en adelante. La tercera sección presenta una visión general de los últimos años del artista, marcados por su triunfo en la Exposición Universal de 1855 y su creciente interés en la naturaleza.
La muestra permite a los visitantes explorar la diversidad de temas que preocuparon a Eugène Delacroix a lo largo de su vida. Por ejemplo, se comprometió con el arte del pasado; mostró una perenne fascinación hacia los temas literarios, históricos y bíblicos; e hizo contribuciones transformadoras al grabado y a la ilustración de libros. La exposición destaca el interés de Delacroix en el mundo más allá de Europa, incluyendo su propio viaje al norte de África en 1832. La variedad de obras revela el proceso creativo de Delacroix y su dominio de una amplia gama de medios, incluyendo pintura al óleo, acuarela y medios gráficos.
Entre las obras más destacadas se encuentran pinturas emblemáticas de Delacroix, como «Grecia en las ruinas de Missolonghi» (1826), «La batalla de Nancy» (1831) y «Las mujeres de Argel en su apartamento» (1834). Los visitantes tienen una oportunidad única de admirar el “Cristo en el Huerto de los Olivos” (1824-27), retirado de una pared de la iglesia parisina de Saint-Paul-Saint-Louis y limpiado especialmente para la exposición. El genio de Delacroix como litógrafo queda demostrado en la edición francesa de 1828 del “Fausto” de Goethe.
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