Henry Moore y Roger Mayne: exposiciones de junio en la Courtauld

En junio de 2024, la Courtauld Gallery de Londres presenta las exposiciones «Henry Moore: Shadows on the Wall» y «Roger Mayne: Youth«

Fuente: Courtauld Gallery – Imagen: Galería Courtauld en Somerset House, Londres. Fotografía de Stephen Richards, licencia Creative Commons Attribution-Share Alike 2.0 Generic. Obtenido de https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Somerset_House,_Strand.jpg

Henry Moore: Sombras en el muro (8 de junio – 22 de septiembre de 2024)

Esta exposición focalizada considera los célebres dibujos “Shelter” de Henry Moore (1898 – 1986) como punto de partida para una nueva lectura de la fascinación del artista por las imágenes del muro, durante e inmediatamente después de la Segunda Guerra Mundial. Desde el metro de Londres, donde Moore dibujaba figuras protegiéndose de los bombardeos, los muros de estos espacios pasaron a absorber su atención de una forma totalmente nueva, convirtiéndose en decorados y componentes clave de sus dibujos. Esta fascinación por los ladrillos y la presencia de los muros, su textura, masa y volumen, cobró especial importancia tras su proyecto de ilustrar la obra radiofónica de tiempos de guerra El rescate, basada en la «Odisea» de Homero.

Roger Mayne: Juventud (14 de junio – 1 de septiembre de 2024)

El aclamado fotógrafo británico Roger Mayne (1929 – 2014) celebró la vida de los jóvenes que crecían en sus evocadoras imágenes documentales de los años cincuenta y principios de los sesenta. Autodidacta y ampliamente influyente en la aceptación de la fotografía como forma de arte, le apasionaba fotografiar la vida humana tal y como la encontraba, sobre todo las comunidades de clase trabajadora del oeste de Londres. Capturando a niños jugando y el fenómeno emergente del adolescente fanfarrón, Mayne descubrió en los jóvenes una energía definitoria que encarnaba a la perfección tanto las cicatrices como el radicalismo de la Gran Bretaña de posguerra.

Esta exposición de unas 50 fotografías se centra en este hilo conductor de la obra de Mayne, reuniendo sus icónicas escenas callejeras de Londres con imágenes íntimas poco conocidas de su propia familia en su casa de Dorset de finales de los años sesenta y setenta. Aunque los dos cuerpos de trabajo, callejero y familiar, tienen un tenor diferente, están unidos por una empatía radical con su tema y el deseo de crear una imagen fotográfica con un impacto duradero, sensibilidad e integridad artística. Ahora que los retratados por Mayne en la posguerra son más mayores y una nueva generación se enfrenta a innumerables crisis, las reflexiones de Mayne sobre el crecimiento, la infancia, la adolescencia y la familia resultan especialmente conmovedoras y oportunas.