Christian Wolff
Imagen cortesía de La Casa Encendida
El ciclo «¿Los Límites de la composición?» trae a La Casa Encendida a los maestros del primer minimalismo experimental
Del 10 al 16 de marzo siete conciertos y mesas redondas reunirán a grandes figuras como Terry Riley, Christian Wolff, Alvin L ucier , Alvin Curran y Gordon Mumma
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11 de marzo de 2008 – La Casa Encendida de Obra Social Caja Madrid presenta un nuevo ciclo de conciertos y mesas redondas del 10 al 16 de marzo con la dirección artística de Xavier Güell bajo el título «¿Los Límites de la composición?» Cinco de los mayores maestros de la música de nuestro tiempo se reúnen en Madrid: Terry Riley, Christian Wolff, Alvin Lucier, Alvin Curran y Gordon Mumma. Ellos conforman el núcleo sustancial vivo de la gran generación -surgida bajo la bóveda irresistible de John Cage – del primer minimalismo experimental .
Serán en total siete conciertos y mesas redondas sobre cualquier música que trabaje con materiales limitados o mínimos. Para Xavier Güell, Director del ciclo: «¿ Los límites de la composición?» es el argumento que nos quiere adentrar en la gran pregunta de saber si la música tiene todavía hoy alguna frontera que no pueda superar, alguna nueva barrera que no pueda derribar. Espero, de verdad con impaciencia, su respuesta después de vivir la gran experiencia, la gran aventura estética que les proponemos».
Sobre el minimalismo Tom Johnson escribe :
«La idea de minimalismo es más amplia de lo que la mayoría de la gente piensa. Incluye, por definición, cualquier música que trabaja con materiales limitados o mínimos: piezas que sólo utilizan unas pocas notas, obras que sólo utilizan unas pocas palabras, o piezas escritas para un número muy limitado de instrumentos, como címbalos antiguos, ruedas de bicicleta o vasos de whisky. Esto incluye piezas que mantienen constante un sonido sordo generado electrónicamente. Incluye piezas hechas exclusivamente de grabaciones de ríos y corrientes. Incluye piezas que se mueven en ciclos sin fin. Incluye piezas que utilizan un inamovible sonido de un saxofón. Incluye piezas que requieren mucho tiempo para pasar gradualmente de un tipo de música a otro. Incluye piezas que permiten todas las alturas posibles, a condición de que estén comprendidas entre do y re. Incluye piezas que se ejecutan en un tiempo que no sobrepasa las dos o tres notas por minuto.»
Tom Johnson, The Voice of New Music, Het Apollohuis, 1990.
Según Xavier Güell, director artístico del Ciclo
«Como nos dice Brian Eno en el prólogo del libro Música experimental. De John Cage en adelante , todos ellos han tenido dos extremos de un continuum musical. Por una parte han entendido la música como una entidad extremadamente física, sensual, una música sin narrativa ni estructuras literarias , libre de ser pura experiencia sonora. Por otra, han defendido una concepción de la música como una fuerte experiencia intelectual y espiritual , un lugar donde poder desplegar posturas filosóficas e incluir procedimientos transcendentes. Estos dos extremos han estado siempre implícitos en la música, pero nunca de manera tan evidente como en el trabajo de esta fascinante generación».
«En el polo ‘sensual’, se sitúan Terry Riley con sus repeticiones tonales y su música visceral; Alvin Curran con sus obras cíclicas, abiertas a los sonidos de la naturaleza sensitiva; Gordon Mumma , el alter ego de David Tudor, explorando las modificaciones del sonido acústico. En el polo ‘espiritual’ están Christian Wolff, a menudo produciendo música casi sin sonido, la cual da mucho que pensar; Alvin L ucier, con su uso de ondas cerebrales en la interpretación en vivo y la generación de imágenes a partir de la vibración del sonido; y por último Cornelius Cardew, el utópico del grupo, en donde todo converge en un punto de redefinición de las propiedades naturales, concretas, reales y físicas de los objetos sonoros».
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