Caravaggio. Los músicos (1596-1597). The Metropolitan Museum of Art, New York
Caravaggio. La buenaventura (1595-1596). Musei Capitolini, Roma
Caravaggio y los pintores del norte Del 21 de junio al 18 de septiembre de 2016, el Museo Thyssen-Bornemisza presenta ‘Caravaggio y los pintores del norte’, una exposición sobre Caravaggio y su influencia entre los pintores del norte de Europa que, fascinados por su pintura, difundieron su estilo.]]>
Fuente: Museo Thyssen-Bornemisza
En las salas se exhiben cincuenta y tres cuadros, doce de ellos del maestro lombardo,procedentes de colecciones privadas, museos e instituciones como el Metropolitan Museumde Nueva York, la Galleria degli Uffizi de Florencia, el Museo del Ermitage de San Petersburgo,el Rijksmuseum de Ámsterdam o la iglesia de San Pietro in Montorio en Roma. El recorridoabarca el curso de la carrera de Caravaggio, desde el periodo romano hasta las emotivaspinturas oscuras de sus últimos años, junto a una selección de obras de sus más destacadosseguidores en Holanda -Dirk van Baburen, Gerrit van Honthorst o Hendrick Ter Brugghen-,Flandes -Nicolas Régnier o Louis Finson- y Francia -Simon Vouet, Claude Vignon o Valentin deBoulogne, entre otros.
Entre 1600 y 1630, se establecieron en Roma más de dos mil artistas de los cuales una terceraparte eran extranjeros que convirtieron la Ciudad Eterna en un crisol artístico. Los pintores delnorte de Europa estaban dispuestos, en igual e incluso mayor medida que los italianos, a seguirel estilo de Caravaggio, impulsados principalmente por dos motivos: la menor importancia delcomponente clásico en la tradición pictórica del norte y la facilidad para aplicar el estilo deMerisi fuera del contexto tradicional de un taller o una academia de dibujo.
En los Países Bajos y las regiones germánicas trabajar del natural, basándose en los motivosvisibles a nuestro alrededor, era una costumbre muy arraigada. Esto establecía un vínculo conla forma de trabajar de Merisi, cuyo origen lombardo le predisponía a pintar ad vivum, unmétodo que los pintores de formación clásica consideraban inadecuado porque suponía unobstáculo para alcanzar la perfección en el arte.
Por otro lado, la mayoría de los artistas holandeses, flamencos o franceses que se establecíanen Roma habían recibido una formación básica en dibujo y pintura en su país de origen yestaban especialmente interesados en captar y asimilar rápidamente nuevas ideas. El arte deCaravaggio era atractivo para ellos, además de por la posibilidad de trabajar del natural, por eldestacado uso de la luz, las sombras y el color. Los forasteros podían incorporar este estilo alsuyo propio sin tener que ceñirse al corsé de un programa de estudios.
«Caravaggio y los pintores del norte» traslada al visitante a la época de Michelangelo Merisi y alas décadas que siguieron a su muerte, cuando su fama aún estaba en su punto más alto, unperiodo especialmente rico en hitos pictóricos. La exposición se abre con dos salas dedicadas alas obras que el pintor realizó durante sus años en Roma, en las que se pone de manifiesto supolifacética carrera. En las siguientes, se presentan cuadros de artistas del otro lado de losAlpes que contemplaron con sus propios ojos la obra de Caravaggio. El resultado de susimpresiones se muestra desde una perspectiva lo más amplia posible, pues cada uno aportabasu propio bagaje y, además, buscaba nuevos modos de expresión, tanto en el arte religiosocomo en el profano. Las dos últimas salas están dedicadas a la producción de Caravaggio y susseguidores extranjeros en Nápoles y el sur de Italia.
Contenido relacionado
Estudiando a Caravaggio – Museum of Fine Arts, Boston (exposición, 2014)
Follow us on: