Gustave Caillebotte: Balcón, Boulevard Haussmann (1880)
© París, Comité Caillebotte
‘Caillebotte, pintor y jardinero’ en el Museo Thyssen ‘Caillebotte, pintor y jardinero’: el Museo Thyssen-Bornemisza presenta una exposición dedicada a una de las figuras menos conocidas y a la vez más originales del movimiento impresionista. Del 19 de julio al 30 de octubre de 2016.]]>
Fuente: Museo Thyssen-Bornemisza
El Museo Thyssen-Bornemisza presenta este verano en colaboración con el Musée des Impresionnismes de Giverny una exposición dedicada al artista Gustave Caillebotte (París, 1848 – Petit Gennevilliers, 1894), una de las figuras menos conocidas y a la vez más originales del movimiento impresionista. «Caillebotte, pintor y jardinero» muestra la evolución temática y estilística del pintor francés, desde sus inicios en el París moderno de Haussmann hasta su pintura de jardines, que ocupará una parte muy importante de su producción artística.
El París de Haussmann, un universo mineral
Entre los años 1852 y 1870 París vivió una importante remodelación urbanística de mano de Napoleón III y el barón Haussmann, que contribuyó a la creación de una nueva ciudad más limpia, abierta y accesible, y que la convirtió en la capital europea de la modernidad. Caillebotte vivió en uno de estos nuevos barrios, experimentando de cerca esta transformación y plasmándola en su pintura. A diferencia de otros artistas contemporáneos, dejó de lado los característicos temas modernos, como las estaciones de tren, los cafés y los abarrotados centros de ocio parisiense, para dirigir su mirada a los verdaderos protagonistas de la nueva ciudad, sus habitantes, a quienes observa y describe a la perfección.
Vacaciones en Yerres
Durante años Caillebotte pasó sus veranos en la residencia familiar de Yerres, una casa de estilo neoclásico rodeada de un extenso jardín de tipo inglés que representaría en múltiples ocasiones. Fue en este escenario donde el artista descubre la pintura al aire libre, y experimenta el poder de la naturaleza, la intensidad de sus colores y sus aromas, e inicia una profunda dedicación a la pintura de jardines.
El Sena y los viajes a Normandía
Tras la venta de la finca familiar de Yerres, en 1881 Caillebotte adquirió junto a su hermano una propiedad en Petit Gennevilliers, en la ribera del Sena, donde continuó cultivando la pintura de jardines con auténtica pasión. Nada más instalarse en su nueva residencia, se hace construir un jardín y un huerto a los que dedicaría gran parte de su tiempo y que se convertirían en dos de sus principales fuentes de inspiración.
El jardín de Petit Gennevilliers
En 1888, tras comprarle a su hermano su parte de la finca de Gennevilliers, Caillebotte se instala allí definitivamente junto a su compañera Charlotte Berthier y comienza a ampliarla poco a poco con parcelas adyacentes, hasta conseguir una amplia extensión que modificó según sus gustos y necesidades. De todos los cambios que llevó a cabo, los más importantes fueron la creación del huerto, el jardín y la construcción de su estudio y de un invernadero con calefacción. Este conjunto se convertiría de ahora en adelante en su principal centro de operaciones. Caillebotte invirtió mucho tiempo y dedicación en el estudio de la horticultura y al diseño y cuidado del jardín, lo cual quedó reflejado en sus pinturas. Seguía un trazado rectilíneo que originaba ordenados parterres, cada uno dedicado al cultivo de un árbol o flor determinados, e incorporaba los más modernos avances en jardinería.
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