Gustave Caillebotte
«Los acuchilladores de parqué«, 1875
Arriba: vista de la obra en la exposición
Imagen: ©Schirn Kunsthalle Frankfurt
Gustave Caillebotte
«El Pont de l’Europe«, 1876
Gustave Caillebotte, Impresionismo y Fotografía El Schirn Kunsthalle de Frankfurt presenta una exposición de cincuenta pinturas y dibujos del artista impresionista francés Gustave Caillebotte, del 18 de octubre de 2012 al 20 de enero de 2013.]]>
Fuente: Schirn Kunsthalle Frankfurt
La exposición transmite una idea clara sobre el papel pionero de Caillebotte en el desarrollo de una nueva forma de ver el arte. La obra de Caillebotte ofrece nuevos enfoques a la pintura impresionista francesa: sus obras radicales, modernas altamente y evidentemente relacionadas con la fotografía permiten dilucidar la estrecha relación entre la fotografía y la pintura. Numerosas obras de Caillebotte anticipan una perspectiva fotográfica -especialmente en sus novedosos puntos de vista y la forma en que las imágenes se recortan, pero también en su acercamiento a temas como el movimiento y la abstracción- que no surgen la propia fotografía hasta años más tarde.
Gustave Caillebotte (París, 1848 – Gennevilliers, 1894) fue conocido como mecenas y coleccionista de arte impresionista a lo largo de su vida, a pesar de él mismo que produjo más de 500 pinturas, pasteles, dibujos. Criado en una acaudalada familia de París, primero estudió Derecho. Tras poco más de un año, el joven Caillebotte dejó la École des Beaux-Arts, donde se había inscrito después, y se unió a los impresionistas. Al heredar una gran fortuna tras la muerte de su padre, Caillebotte apoyó a los pintores del nuevo movimiento como «mecenas de los impresionistas.» Hoy en día, una gran parte de su importante colección de obras impresionistas figura entre los fondos más apreciados del Musée d’Orsay.
Al igual que muchos de sus amigos impresionistas, que se apoyaron en la fotografía para sus composiciones, Gustave Caillebotte estaba familiarizado con ella. Sus pinturas con sus originales puntos de vista, distorsiones y desenfoques anticipan la inminente popularización de la fotografía como medio de expresión artística. Haciendo de la percepción del individuo moderno un tema clave de su obra, Caillebotte demostró además ser un artista adelantado a su tiempo.
Con obras fundamentales como «El Pont de l’Europe» o «Los acuchilladores de parqué», la exposición está organizada cronológicamente en tres grupos temáticos que fueron decisivos para Caillebotte: los paisajes urbanos y vistas arquitectónicas, retratos y interiores -así como bodegones- y paisajes con jardines y escenas deportivas. La comparación con fotografías contemporáneas de Édouard Baldus, Marville Charles, o Eugène Atget y ejemplos de la «Nueva Fotografía» de la década de 1920 que van desde obras de André Kertész y László Moholy-Nagy a otras de Wols y Alexander Rodtschenko revelan de forma sorprendente la estrecha relación entre la obra de Caillebotte y el surgimiento de una nueva forma de ver.
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