Francis Bacon: “En memoria de George Dyer”, 1971.
©Heirs of Francis Bacon
‘Francis Bacon: Últimas Pinturas’ en MFAH El Museo de Bellas Artes de Houston presenta ‘Francis Bacon: Late Paintings’. Organizada por el Centre Pompidou, donde se estrenó en septiembre de 2019, esta es la primera exposición en profundidad en un museo sobre la producción de Bacon en sus últimas décadas. Del 23 de febrero al 25 de mayo de 2020.]]>
Fuente: Museo de Bellas Artes, Houston
Francis Bacon (1909–1992) fue una figura destacada en el arte británico del siglo XX: célebre, escandaloso y profundamente influyente. En 1971, estaba en un punto de inflexión en su carrera mientras se preparaba para una gran retrospectiva montada en el Grand Palais de París. Las pinturas que condujeron a esta exposición se encuentran entre las presentadas en la presentación de Houston, incluyendo «Retrato de George Dyer en un espejo», 1968, y «Tríptico, 1970».
El 24 de octubre de 1971, dos días antes de la inauguración de la retrospectiva de Bacon en el Grand Palais, Georges Dyer, su compañero durante muchos años, se suicidó en un hotel de París. Durante la década que siguió, Bacon rindió homenaje repetidamente a Dyer en una gran serie de pinturas. La exposición combina dos de sus trípticos más poderosos dedicados a Dyer, el desgarrador «En memoria de George Dyer», de 1971, y «Tríptico, agosto de 1972», de 1972. Presenta uno de los temas centrales de la exposición, la inmediatez de la experiencia y el papel de memoria, mostrando además las fuentes literarias de Bacon, que abarcan desde las tragedias griegas de Esquilo hasta los escritos contemporáneos de T.S. Eliot y Jean-Paul Sartre.
En las pinturas finales de Bacon, las figuras se vuelven aún más vulnerables, casi consumidas por los campos vacíos del lienzo en bruto o el color plano que las rodean. “Francis Bacon: Late Paintings” incluye su último tríptico de 1991, así como “Study of a Bull,” 1991, su última pintura completa. Invisible durante más de dos décadas, resurgió hace unos años de una colección privada de Londres y ha sido expuesta solo una vez antes de esta exposición. Con problemas de salud y cerca del final de su vida, Bacon se enfrentó inquebrantablemente a la mortalidad. “El polvo parece ser eterno… es lo único que dura eternamente», afirmó. «Todos volvemos al polvo», un sentimiento subrayado por el polvo del piso de su estudio que frotó en este lienzo.
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