Saltar al contenido

Saved for the nation · Reino Unido evita la exportación de pinturas

por G. Fernández – theartwolf.com. Publicado en febrero de 2008. Actualizado en mayo de 2012.

Antes de que los petrodólares tomasen el mercado del arte, antes del boom japonés por el impresionismo de los 80, antes de los tycoones americanos de principios y mediados del siglo XX, la nobleza británica dominaba el mercado del arte. En los siglos XVIII y XIX, las grandes fortunas del Reino Unido competían por hacerse con las grandes obras del mercado, en una época en la que -a diferencia de hoy en día- dicho mercado todavía ofrecía una cantidad ingente de obras maestras de maestros antiguos. Muchas de esas obras (Leonardo, Rembrandt, Tiziano) pasaron a lo largo de los años a formar parte de los museos británicos, especialmente la National Gallery de Londres, pero algunas permanecieron en posesión de los herederos de los compradores. En las últimas décadas, el espectacular aumento en la cotización de las obras maestras de la pintura han provocado que estas pinturas salgan al mercado, con el consiguiente riesgo para el Reino Unido de que dichas obras maestras abandonen su territorio para siempre.

Tiziano: «Diana y Calisto» y «Diana y Acteón», 1556-59. Óleo sobre lienzo, 187 × 204.5 cm y 185 cm × 202 cm

En los últimos años, el Gobierno británico ha realizado muchos esfuerzos para evitar que las obras maestras que permanecen en colecciones privadas sean vendidas a compradores más allá de sus fronteras. Dada la alta calidad de algunas de las colecciones británicas, algunas de estas obras «salvadas» son auténticas obras maestras, y su adquisición se consideró como asunto de Estado. Theartwolf.com ha seleccionado algunas de estas obras «salvadas» gracias a estas medidas, y también algunas de las obras que el Reino Unido debería apresurarse en proteger para evitar un doloroso expolio.

Sin duda las más importantes de las obras que el Reino Unido ha adquirido son las dos «poesías» pictóricas de Tiziano, «Diana y Calisto» y «Diana y Acteón», anteriormente en la colección del Duque de Sutherland (quien también posee, como se verá en este artículo, importantes obras de Rafael y Rembrandt). Cuando en 2008 el duque anunció la intención de vender ambas pinturas, la preocupación creció en Reino Unido, ya que se trata de dos obras maestras excepcionales (descritas por Lucian Freud como las pinturas más bellas del mundo) que podrían alcanzar, en mercado abierto, un precio inasumible por el Reino Unido (no sería descabellado calcular unos 200 millones de dólares por cada una). Tras un periodo de negociación, ambas pinturas fueron adquiridas por unos 50 millones de libras cada una, con contribuciones, entre otras, de la propia National Gallery, del National Heritage Memorial Fund, y de particulares anónimos.

Otra obra de relevancia que la que se ha logrado evitar su exportación es la «Virgen de las lilas» de Rafael. En el año 2003, poco después de no lograr adquirir la «Masacre de los Inocentes» de Rubens, el Museo Getty de California ofreció al Duque de Northumberland 35 millones de libras esterlinas (algo más de 50 millones de euros) por esta pequeña -29 x 23 cm.- pero fabulosa pintura, considerada como una de las mejores obras renacentistas en manos privadas.

A comienzos de 2004, la National Gallery de Londres hizo público un comunicado en el que declaraba que la venta del Rafael supondría una «seria pérdida» para la nación. Tras numerosas donaciones, incluyendo 11.5 millones de libras por parte del Estado, el Duque aceptó vender la obra maestra por 22 millones de libras, 13 menos que la cifra ofrecida por el Museo Getty. Saved!

5 años antes de esta operación, la National Gallery ya había dado muestras de su habilidad cuando Sotheby’s anunció que iba a subastar la recientemente redescubierta «Virgen entronizada con niño» (conocida como la Madonna de Benacre Hall) de Cimabue, la única obra del artista en manos privadas (apenas un docena de obras pueden ser atribuidas a este importante artista) Por supuesto, el bello panel (descrito por Sotheby’s como la obra de su periodo más importante que había salido a subasta en las últimas décadas) atrajo mucha atención por parte de Museos y coleccionistas privados. La National Gallery inició una campaña para retrasar la venta, y finalmente el Gobierno aceptó la obra como pago por impuestos de parte del The Gooch Estate. La obra fue retirada de la subasta y vendida a la Galería londinense por 8 millones de dólares (unos 10 millones de euros al cambio de la época)

Otras obras salvadas de ser exportadas y expuestas hoy en la Galería Nacional en Londres son «La coronación de la Virgen» de Bernardo Daddi, adquirida en 2004 por un millón y medio de libras, y la «Madonna Montalto», de Annibale Carracci, adquirida el mismo año tras ser vendida en Sotheby’s en el verano de 2003

Por supuesto, en ocasiones estas operaciones no llegan a buen puerto: el «Estudio de mujer de luto», de Miguel Ángel -uno de los pocos dibujos del artista en manos privadas- pertenece hoy a una colección particular de Norteamérica después de que los museos y galerías británicos no lograsen reunir los fondos para mantenerla en el Reino Unido, antes de que caducara el periodo dado por el Ministerio para igualar la oferta extranjera. La obra había sido vendida por 5.9 millones de libras en Sotheby’s, en julio de 2002, y cruzó finalmente el Atlántico a comienzos de 2003

Sir Joshua Reynolds: «Retrato de Omai», 1776 ·· Sandro Botticelli: «Virgen de las Rosas»

Pero la National Gallery no es el único receptor de obras maestras «salvadas». El espectacular «Retrato de Omai», de Sir Joshua Reynolds, es hoy uno de los orgullos de la Tate Gallery gracias a los 12.5 millones de libras donados por un benefactor anónimo después de que el gobierno colocase una prohibición temporal de exportación sobre la obra, que había sido subastada en diciembre de 2002 por 10.7 millones de libras. Igualmente importante fue la compra de «The Blue Rigi», una de las mejores acuarelas de Turner vendida en 2006 por 5.8 millones de libras, y expuesta hoy en la Tate. Más modesta, pero de gran valor, fue la adquisición por 350,000 libras de una valiosa moneda de oro de la época anglosajona, comprada por el British Museum tras otra prohibición temporal de exportación.

Y en 1999 el mundo del Arte se convulsionó cuando el Kimbell Art Museum de Fort Worth, Tejas, intentó comprar la Virgen de las Rosas, de Sandro Botticelli, perteneciente a la colección del Earl of Wemyss. Esta bellísima pintura estaba a la venta por un precio de unos 15 millones de libras, una cifra muy asequible para el acaudalado museo tejano. Pocas semanas después, y tras numerosas donaciones, la galería escocesa se hacía con la pintura por 10.5 millones de libras.

La colección del Duque de Sutherland está considerada como la más importante de Gran Bretaña (sin contar la de la propia Reina de Inglaterra), con obras como la Madonna Bridgewater de Rafael o un autorretrato de Rembrandt de 1657, que es, en mi opinión, una de las cinco pinturas más importante de un maestro antiguo todavía en manos privadas. Así que cuando el 6º Duque de Sutherland falleció en el año 2000, los escoceses temieron que su increíble colección pudiera ser vendida a algún (o algunos) coleccionista extranjero. Afortunadamente para los escoceses, las pinturas más importantes ya han sido cedidas en préstamos a larga duración para la National Gallery of Scotland, e incluso la «Venus Anadyomene (Venus saliendo del agua)» es ya propiedad de la Galería tras ser adquirida por 11 millones de libras en 2003. Además, el propio Duque ha declarado que no desea que sus obras salgan de Escocia.

Rafael: «Madonna Bridgewater», 1507 ·· Rembrandt: «Autorretrato», 1657

Así que… ¿fin de la historia?

En absoluto.

El «Retrato de hombre joven», bellísima obra de Tiziano, propiedad del conde de Halifax y expuesta desde 1992 en la Galería Nacional de Londres, sigue a la venta, y los responsables de la National Gallery -y el mundillo del Arte británico en general- comienzan a tener serias dudas de que la sensacional pintura pueda permanecer en el Reino unido, dado el interés que una obra de esta calidad despierta entre los acaudalados compradores extranjeros. El precio de la obra es astronómico: 50 millones de libras esterlinas (unos 75 millones de euros), mucho más que cualquier obra jamás adquirida por un Museo británico, e incluso por encima de el record para una obra de un maestro antiguo (los 76.7 millones del «Masacre de los Inocentes » de Rubens) ¿Conseguirán los británicos mantener esta obra, o pasará a formar parte de una colección extranjera? Algo, al menos, es seguro: tras adquirir otra obra maestra de Tiziano (el «Retrato de Alfonso d’Avalos») por 70 millones de dólares hace 4 años, el Getty Museum -un auténtico «depredador» de obras maestras- no pujará por esta obra.

Y hay más: en 2007, el Rijksmuseum de Ámsterdam confirmó que estaba negociando la adquisición del «Retrato de Catrina Hooghsaet», una importante obra de Rembrandt perteneciente a la colección del Penrhyn Castle por unos 40 millones de libras. La familia Penrhyn ya vendió una obra maestra de Jan Steen al Rijksmuseum por más de 8 millones de libras en 2004, pero el Rembrandt supondría una pérdida terrible debido a su evidente importancia artística.

Tiziano: «Retrato de hombre joven», 1515 ·· Rembrandt: «Retrato de Catrina Hooghsaet», 1657

Desde luego, todavía existe un número considerable de obras maestras en colecciones privadas con riesgo de ser exportadas (aunque no estén explícitamente en venta) Por ejemplo, «Judas y las treinta monedas de plata» (1629, colección del Marqués of Normanby), obra de Rembrandt, o el muy importante «Retrato de Edward Grimston» del maestro flamenco Petrus Christus, propiedad del Earl of Verulam. Pero «salvar» todas estas obras maestras supondría desembolsar cientos de millones de libras esterlinas. El gobierno británico debería estudiar medidas para limitar este «expolio», como reducción de impuestos para los donantes, limitaciones de exportación… Ninguna medida debería ser excesiva cuando se trata de proteger el patrimonio cultural de un país.

Follow us on:

Saved for the nation · Reino Unido y la exportación de sus pinturas