Neil Young – The Rust and the Glory
una retrospectiva de Neil Young por theArtWolf
THE RUST AND THE GLORY Una retrospectiva de Neil Young, por G. Fernández – theartwolf.com
People of my age / They don’t do the things I do / They go somewhere / While I run away with you
La gente de mi edad / No hacen lo que yo hago / Se marchan a otra parte / Mientras que yo escapo contigo
Neil Young – I’m the ocean (1995)
Cuando un rockero tiene la suerte de llegar vivo y sano a los 60 años, lo más normal es que haga ya tiempo que haya recogido sus bártulos y se haya retirado a un tranquilo rancho en la soleada California. Algunos, más valientes -o tal vez más necesitados de dinero- pueden regresar momentáneamente para lanzar un nuevo recopilatorio o incluso una breve gira ayudados por un público que siempre le será fiel. Sólo unos pocos parecen encontrar la fuerza, el ánimo y la inspiración como para seguir componiendo álbumes originales y de admirable calidad y seguir siendo la referencia citada por docenas de artistas más jóvenes.
Neil Young: Neil Young (1968)
Tras una serie de discos dubitativos, que culminaron en el criticado Are you passionate? (2002) parecía que a Neil Young le había llegado definitivamente la hora de jubilarse a un retiro dorado. Pero para sorpresa de casi todos, al año siguiente el canadiense sacaba al mercado el epopéyico Greendale (2003), musicalmente interesante y conceptualmente admirable: emulando al mejor Steinbeck, Young se inventa un pueblo entero en su querida California, y desde el punto de vista de la familia Green da rienda suelta a los valores de libertad, paz y ecología de los que lleva haciendo gala desde finales de los 60. Para completar este particular redivivo , en 2005 Young premiaba a sus fans con el excelente Prairie Wind, sin duda lo mejor del canadiense en los últimos 10 años, un álbum que nos devuelve a aquel Young esencial del Harvest (1972) o el Harvest Moon (1992)
Echando la vista atrás, la carrera de Young, aún con sus evidentes altibajos, se nos presenta como admirable y llena de momentos cumbres. Desde aquel joven que abandonara Buffalo Springfield con apenas 22 años para publicar su primer disco en solitario, Neil Young (1968), hasta la venerable veteranía del ya comentado Prairie wind , más de 40 álbumes forman una discografía de culto casi sin parangón entre los músicos aún en activo.
A comienzos de los 70, Young publicaría dos discos de calidad extraordinaria que le catapultarían al estrellato en el mundo del folk-rock: After the gold rush (1970) ya reunía en sí los principales elementos del mundo younguiano que lo caracterizarían en el futuro: versos brillantes, sugerentes y con dosis de surrealismo; un acompañamiento musical sutil y acertado, y la personalísima voz nasal de Young sobre todo ello. Con todo, el éxito de este álbum no puede compararse con el del Harvest (1971), publicado al año siguiente, considerado por muchos (no por mí) como su obra maestra. En él se incluía el bellísimo sencillo Heart of Gold , con el que el canadiense alcanzaría el nº 1 en las listas de los Estados Unidos.
Neil Young: On the beach (1974)
On the beach (1974) es, pese a la aparente placidez de sus temas e incluso de su portada, lo más cercano que Young ha estado de componer un disco «maldito». Tras años de oscuras adicciones y excesos, Neil publica lo que la revista Rolling Stone calificó como uno de los discos más desesperados de todos los tiempos. Letras como las de Vampire blues , Ambulace blues , y, sobre todo, See the sky about to rain , así lo demuestran. Para completar esta peculiar maldición , anotar que el disco estuvo descatalogado durante décadas, y no fue editado en formato digital hasta el año 2003.
Al año siguiente Young publicaría otra de sus indiscutibles obras maestras: Zuma (1975) es quizás el disco más equilibrado y paradigmático del canadiense, que incluía bellísimos y rítmicos temas acústicos como Don’t cry no tears , furiosa electricidad en Danger bird , o una despiadada crítica al colonialismo español en Cortez the killer , en el que califica a Hernán Cortés como asesino . Una fabulosa versión más eléctrica de este tema se incluyó en el directo Weld (1991)
Neil Young: Zuma (1975)
Young no lograría una obra cumbre similar (incluso superior) hasta el supremo Rust never sleeps (1979), disco que se estructuraba en dos partes bien diferenciadas: una primera parte acústica, que incluía obras maestras como Thrasher , Pocahontas , o la mitad acústica My, my; hey, hey (out of the blue) y una segunda parte rabiosamente eléctrica con Powderfinger , Welfare Mothers y que concluía con la épica, furiosa, despiadada Hey, hey; my, my (into the black) , obra maestra de Young y una de las cumbres del rock de todos los tiempos. El álbum forma en sí un crescendo extraordinario, en el que se da cabida a todos los elementos del peculiar universo del canadiense, junto a referencias, explícitas o implícitas, al fin de CSNY ( Thrasher ) al boom del punk británico, o a la vigencia del rock n’ roll ( Hey, hey; my, my ) Con este disco, Young comenzó una extensa gira que concluiría con el directo Live Rust (1979)
Neil Young: Ragged Glory (1990)
La resaca de tan titánico esfuerzo no sentó bien a Young, que comenzaría en los 80 una evidente cuesta abajo que duraría hasta el final de década. Discos como Re-ac-tor (1981) Trans (1982) o Landing on water (1986), si bien con temas muy dignos de ser escuchados, hacía presagiar un final prematuro de un músico por entonces ya respetado por los nuevos grupos post-punk como Pixies o Pearl Jam. No obstante, el This note’s for you (1988), disco poco ambicioso pero musicalmente muy acertado, y el sencillo Eldorado (1989) ya anunciaban una vuelta del genio que se haría realidad poco después.
Con el sensacional Freedom (1989) Young alcanzaría otra de sus cotas cumbres. Repitiendo la estructura acústica-eléctrica del Rust never sleeps, Young nos regala la belleza de Someday o Hangin’ on a limb , el surrealismo de Eldorado (ya incluído en el sencillo con el mismo nombre) y versionea con acierto la famosa On Broadway . Pero sobre todas ellas, destaca la comprometida y exitosa Rockin’ in the free World , tanto en su versión acústica como eléctrica.
Young no se conformaría con eso, y al año siguiente publicaría Ragged Glory (1990), otro disco rabiosamente extraordinario, que incluía obras maestras como Mansion on the hill , F***** up, o Love to burn . Parece como si Young, presenciando el éxito del post-punk o la eclosión del grunge quisiera lanzar un mensaje a las nuevas generaciones, algo así como cuidado chavales que sigo siendo el puto amo y desde luego que lo consigue. Personalmente, no comprendo a los críticos que no colocan este disco como una de las obras maestras del canadiense. En mi opinión forma, junto al Harvest, al Zuma , el Rust never sleeps , y el Freedom , el pentagrama esencial de Young.
Neil Young: Harvest Moon (1992)
Neil Young continuaría experimentando durante los primeros años de la década de los 90, con discos tan destacables como el Harvest Moon (1992), que significaría una momentánea vuelta a sus orígenes folk (aunque es cierto que nunca los había llegado a olvidar del todo) con temas tan destacados como From Hank to Hendrix , el interesante y pesimista Sleeps with angels (1994) o el bravo Mirrorball (1995) en el que la joven banda Pearl Jam acompaña musicalmente al canadiense. Este último álbum incluye la fabulosa I’m the ocean , sin duda la mejor canción de Young de los últimos 15 años.
Neil Young en Austin, Texas, 1976 – ©Mark Estabrook
TEMAS ESENCIALES
Consciente de los riesgos que conlleva toda elección puramente subjetiva, theArtWolf se ha arriesgado a seleccionar diez canciones que, en su humilde opinión, constituyen lo más destacado de la majestuosa obra de Neil Young.
After the gold rush
After the gold rush, 1970
Un final que es a su vez un principio. Buscando su propia identidad tras la fiebre CSNY con la luna llena en los ojos. Un piano marca el camino. Flying Mother Nature’s silver seed to a new home in the sun. El universo Young comienza aquí su eclosión.
Heart of gold (album: Harvest, 1972)
Dorado folk. El tema que mejor refleja la compleja y permanente búsqueda de amor que subyace en todos los temas de Young. I’ve been a miner for a Heart of Gold. Tiempo de cosecha, el campo está ya listo. And I’m getting old...
The Needle and the Damage Done (album: «Harvest», 1972)
Una canción en la que puedes sentir el dolor en las letras. Una oda a amigos que se fueron demasiado pronto. Ooh, ooh, the damage done…
Winterlong (album: Decade, 1977)
Terminó el verano indio. Cielo anaranjado, viento del norte. Los primeros copos. Bellísima invocación al Gran Invierno que Black Francis y sus Pixies intentarían repetir 15 años más tarde.
Like a hurricane (album: American Stars ‘n’ bars, 1977)
Existen versos que por sí solos sugieren más que la obra completa de muchos celebrados poetas: I am just a dreamer, but you are just a dream. Desesperada, devastadora. Como un huracán. Young compone esta maravilla eléctrica en medio de un disco por lo demás bastante irregular
Hey, hey; my, my (into the black) (album: Rust never sleeps, 1979)
Electroshock . Una tormenta eléctrica (sobre)cargada de un vitalismo feroz y despiadado: es mejor morir que deteriorarse . El Guerrero Indio surcando praderas y cañones pluricordes. Caballo Loco cabalga a su lado: está desbocado.
Neil Young en Ottawa, Canada, 2006 – Foto de Adrian M. Buss
Thrasher (album: Rust never sleeps, 1979)
Líricamente, lo mejor de Young. Lo literal y lo metafórico ocultando sus identidades tras almiares de heno y ámbar. La confirmación definitiva de la identidad propia, una loa a la individualidad. La negación de un camino ya cerrado; they were just deadweight to me . Dinosaurios -CSNY- atrapados en cañones, águilas alzando el vuelo. I’ll know the time has come to give what’s mine..
Rockin’ in the free world (album: Freedom, 1989)
On the road again. Los 80 no sentaron bien a Young, pero se redimiría con el fabuloso Freedom (1989) Furiosa como pocas y comprometida como ninguna, Neil demuestra que todavía tiene mucha mecha por quemar: Got fuel to burn, got roads to drive!
Mansion on the hill (album: Ragged Glory, 1990)
Rabiosa Gloria. Viejo rockero de cromo y gasolina. His words were kind, but his eyes were wild. Una autopista hacia el sol, una carretera pedregosa. Una mansión en la colina.
I’m the ocean (album: Mirrorball, 1995)
Young se ayuda de la savia joven de Pearl Jam para componer una suprema epopeya monocorde. Como el océano. Como la corriente gigantesca. Aunque el tema destila electricidad, la permanente reivindicación de la individualidad e identidad entroncan este tema con Thrasher o After the gold rush . Tremenda
Si estas canciones no son suficiente (seguro que no) ahí van otras recomendaciones posibles, aunque si continúo en esta línea corro el riesgo de acabar recomendando la discografía completa (que posiblemente sea lo más justo)
Cinnamon girl (Everybody Knows This Is Nowhere, 1969)
Are you ready for the country? (Harvest, 1972)
See the sky about to rain (On the beach, 1974)
Tonight’s the night (Tonight’s the night, 1975)
Don’t cry no tears (Zuma, 1975)
Cortez the killer (Zuma, 1975)
Powderfinger (Rust never sleeps, 1979)
Pocahontas (Rust never sleeps, 1979)
This note’s for you (This note’s for you, 1988)
Eldorado (Freedom, 1989)
F***** up (Ragged Glory, 1990)
From Hank to Hendrix (Harvest Moon, 1992)
Western hero (Sleeps with angels, 1994)
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