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Arte de la India

Subcontinente de sueños

“La India es la tierra de los sueños. La India siempre ha soñado – sobre todo con la Felicidad, que es la meta final del hombre. Y esto ha ayudado a la India a ser más creativa en la historia que cualquier otra nación. De ahí la efervescencia de mitos y leyendas, religiones y filosofías, música y danzas y los diferentes estilos de arquitectura”

Georg Wilhelm Friedrich Hegel, citado en Klosterrnaier, Klaus K A: «Survey of Hinduism». State University of New York Press. 1994

Imágenes: Relieve de Vishnu dormida, del Templo de Dasavatara. Siglos V-VI d.C. ·· Relieves en el Templo de Vishvanatha, Khajuraho. Siglos X-XI d.C. Fotografía de Dennis Jarvis ·· Basawan: «Akbar observa una batalla entre dos grupos rivales», c.1590 ·· Abanindranath Tagore: “Bharat Mata”, 1905. Gouache, 26.6 x 15.2 cm.

Abarcando un amplio territorio -el subcontinente indio- e intervalo temporal -cinco milenios-, el legado artístico de la India es inmenso en riqueza y diversidad, un crisol de culturas y etnias que ha dado lugar a conjuntos artísticos como los colosales monumentos del Madhya Pradesh, los refinados templos Chola, o las exquisitas miniaturas del periodo Bhopal y las pinturas de la Escuela de Bengal, además de la cultura del Valle del Río Indo y el arte de Gandhara, que por cuya importancia en el desarrollo del arte asiático se abordan en ensayos independientes.

El trasfondo habitualmente religiosos de las obras de arte de la India es testimonio de las grandes religiones presentes en su territorio: hinduismo, budismo, cristianismo, islamismo. No obstante, de acuerdo al historiador Pramod Chandra, «la tradicional clasificación del arte indio en hindú, budista y jaina es bastante inaceptable, ya que implica falsamente una diferencia esencial entre el arte producido para cada una de estas religiones» (“The Sculpture of India”, publicado por la National Gallery of Art, 1985). En la India, el estilo artístico del un tiempo concreto –consecuencia de un complejo intercambio entre pueblos- está habitualmente presente en todas las obras de arte de dicho tiempo, independientemente de la religión a la que pertenezcan.

Una interesante característica del arte de la India es su erotismo. La representación del sexo no se da en momentos y lugares puntuales, sino que se extiende prácticamente por todo el marco geográfico y temporal del arte de la India. Supone, en palabras de P. Ganesan, la existencia de “un sustrato cultural común que influyó en las sectas religiosas de toda la India” (“Indian Temples and the Erotic Sculptured Art”, International Academic Forum, 2016). No se trata tampoco de imágenes ocultas o semiescondidas, sino que ocupan lugares preferentes en algunos de los más importantes templos de la India, especialmente en los templos y monumentos Khajuraho en el Madhya Pradesh.

Desde la independencia de la India en 1947, y ya entrado el siglo XXI, la India sigue siendo un importante centro de producción artística, donde artistas de diverso origen han incorporado influencias occidentales (postmodernismo, expresionismo abstracto) al milenario arte de la India, ocupándose también de los problemas de la sociedad de la India contemporánea.

G. Fernandez · theartwolf.com

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