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Rembrandt · La ronda de noche

1641 – 1642 – Óleo sobre lienzo – Rijskmuseum, Ámsterdam

“La ronda de noche” es una de las pinturas más importantes de la historia del Arte, y sin duda una de las más complejas. El análisis en profundidad de esta sensacional escena es una tarea que ha ocupado a cientos de estudiosos durante siglos, que han identificado a la casi totalidad de los 28 personajes (30 antes de un desafortunado recorte, además de tres niños y un perro), entre ellos el capitán Purmerlandt y su alférez von Vlaerdingen; rescatado copias del original cuando éste aún no había sido mutilado, y –sobre todo- intentar explicar los casi indescriptibles efectos de movimiento que hacen de esta pintura la culminación del Arte de Rembrandt.

¿Cómo se explica este efecto dinámico? Según parece, Rembrandt ha representado el momento exacto en el que el capitán de la compañía ha dado orden de avanzar, pero esta orden parece no haber llegado aún a sus subordinados. Esta tensión movimiento – estatismo otorga al cuadro un magnetismo irresistible. Uno casi espera que, si miramos la pintura durante unos minutos, el capitán y su alférez comenzarán la marcha, sus subordinados les seguirán en discutible orden, y el tambor de la derecha comenzará un rápido redoble acompañado por los ladridos del pequeño perro situado a su lado.

Y hay más, mucho más. Los geniales efectos de claroscuro, con una luz casi mística que destaca sobremanera la figura de la niña que porta una gallina y semioculta la arquitectura del fondo de la pintura. La manera en la que las lanzas y estandartes cierran la escena en el extremo superior (lo que sería más apreciable antes de que la pintura fuese cortada). El trazo rápido y espontáneo con el que se han representado los rostros… En definitiva, una obra imprescindible para la historia de la pintura occidental.

Texto: G. Fernández, theartwolf.com

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La ronda de noche