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Pinturas murales en las Cuevas de Altamira

13.000 – 10.000 a.C. – Pinturas rupestres – Altamira, Cantabria (España)

A las pinturas murales de la cueva de Altamira se les ha llamado, de una manera un tanto entusiasta, “la Capilla Sixtina del Paleolítico”. Las pinturas, de rasgos extraordinariamente realistas, están realizadas mediante un contorno de manganeso negro y un relleno ocre y rojo, de tal manera que las figuras poseen ya una notable cualidad volumétrica.

Sean estas pinturas un primitivo “manual de caza” para enseñar a otros miembros de la tribu donde y como cazar las presas, sean una especie de conjuro mágico para atraer a los animales, está claro que el Arte paleolítico está indisolublemente ligado a la caza. Y en cuanto ésta deja de ser el recurso principal, el hombre abandona las cuevas, y estos primitivos dibujos permanecen ignorados por la humanidad hasta que, muchos miles de años después, una pequeña niña llamada María de Sautuola descubre maravillada la primera gran obra maestra de la historia del Arte. Arte de supervivencia, Arte sin intención de serlo, sin duda, pero Arte, al fin y al cabo.

Texto: G. Fernández, theartwolf.com

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Pinturas de Altamira