Jean-Michel Basquiat
No escucho lo que dicen los críticos de arte. No conozco a nadie que necesite un crítico para saber qué es el arte.
Jean-Michel Basquiat
Por alguna oscura razón, el mundo del arte y la cultura parece haber sentido desde siempre una macabra fascinación por los artistas fallecidos a una muy corta edad, siguiendo la siniestra máxima de “muere joven y deja un bonito cadaver”. Esta oscura atracción encuentra un punto álgido en el llamado “club de los 27”, nombre con el que se conoce a un conjunto inusualmente alto de artistas, músicos, y actores que fallecieron a la edad de 27 años. Dentro del mundo de la música son muy conocidos los casos de Jim Morrison, Jimmy Hendrix, Janis Joplin o Kurt Cobain, pero el mundo de las artes visuales también ha contribuido a este trágico grupo, siendo el caso más notable el de Jean-Michel Basquiat (1960-1988).
Imagen: «Self-portrait II (Autorretrato II) de Jean-Michel Basquiat. 1982. Colección privada. ©Estate of Jean-Michel Basquiat / ARS New York
La figura de Basquiat, la de un pobre artista de la comunidad negra que, con apenas veinte años, logró triunfar en el normalmente percibido como elitista y snob mundo del arte contemporáneo, resultó fascinante durante su corta vida, y la atracción hacia ella ha crecido drásticamente en pleno siglo XXI, impulsada por los movimientos sociales y la creciente apreciación de la obra de los artistas afroamericanos. Ya hacia 1982, el galerista Jeffrey Deitch escribió sobre el artista: «A Basquiat se le ha comparado con un niño salvaje criado por los lobos (…) Un chico de la calle embobado por la intelectualidad (…) Pero Basquiat no es un primitivo. Es más bien una estrella del rock«. El propio Basquiat nunca ocultó su ambición. Al explicar los motivos por los que abandonó la galería de Annina Nosei, fue breve, tajante y decidido: “No quería ser la mascota de una galería. Quería ser una estrella”.
Nacido en 22 de diciembre de 1960 en Brooklyn, Nueva York, Jean-Michel Basquiat se crió en las calles de dicho barrio, donde comenzó a crear feroces graffitis en las estaciones del metro de Lower Manhattan, firmando los mismos con el anagrama SAMO©, que significa “SAMe Old shit” (la misma vieja mierda). En 1980, cuando contaba con tan solo 19 años de edad, Basquiat tomó parte en la exposición Times Square Show , atrayendo la atención de la crítica y prensa especializada. Al año siguiente, expuso en el P.S.1, donde su éxito fue considerable, y donde comenzó su amistad con una de las personalidades más famosas y controvertidas de la época, Andy Warhol.
En 1981, la Galleria d’Arte Emilio Mazzoli de Módena organiza la primera exposición individual del artista, que entonces contaba con tan solo veinte años. Al año siguiente, Bruno Bischofberger organiza una ambiciosa exposición sobre Basquiat en Zurich. El éxito es rotundo, y todas las obras expuestas son vendidas. 1982 fue el “año mágico” de Basquiat, en el que, según el propio artista, creó sus mejores y hoy más conocidas obras, como “Profit I” o “Boy and dog in a johnnypump”.
Jean-Michel Basquiat: «Boy and dog in a johnnypump», 1982. Colección privada. ©Estate of Jean-Michel Basquiat / ARS New York ·· Jean-Michel Basquiat: «Untitled», 1985. Colección privada. ©Estate of Jean-Michel Basquiat / ARS New York
Basquiat se encontró, de forma repentina y con poco más de veinte años, en la cima del mundo artístico. Se traslada a Los Ángeles, donde trabaja en un amplio estudio proporcionado por el galerista Larry Gagosian, y donde es visitado a menudo por su novia, la cantante Madonna. Pero este éxito tuvo también su lado negativo: Basquiat comenzó a abusar sobremanera de las drogas, lo que a menudo lo transportaba a un terrible estado de paranoia. Regresa a Nueva York, donde su adicción empeora. En un momento de desesperación, Basquiat «le confió a Warhol que estaba deprimido y que quería suicidarse. Pero Warhol se echó a reir y le dijo que durmiera un poco» (Eric Fretz, «Jean-Michel Basquiat: A Biography», 2010). El 12 de agosto de 1988, Basquiat fue hallado muerto por sobredosis en su apartamento. Tenía tan solo 27 años de edad.
Como se ha comentado antes, la fama y la apreciación de la obra de Basquiat no ha hecho más que crecer. Como es de esperar, esto se ha trasladado al mercado del arte, y en el año 2017, su obra “Untitled (skull)” (1982) fue vendida en Sotheby’s por 110 millones de dólares, uno de los precios más altos jamás pagados por una obra de arte contemporáneo.
Basquiat es, sin duda, el más importante y conocido del graffiti movement que se extendió en la escena neoyorkina a principios de la década de los 80, pero al menos otros dos artistas merecen ser reconocidos aquí: Kenny Scharf (nacido en 1958) trabajó en el Soho, donde expuso en las Fun galleries (nombre dado por el mismo Scharf) Keith Haring (1958-1990) también trabajó en el Soho y East Village, pero su estilo fue incluso más feroz y autodestructivo que el de Scharf. Haring, posiblemente el artista más importante del graffiti tras Basquiat, fue también una conocida personalidad fuera del mundo artístico, participando en numerosas campañas contra en virus del SIDA. Otras figuras importantes de este movimiento fueron Mike Bildo, Tom Otterness o Rhonda Zwillinger.
G. Fernández · theartwolf.com
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